En la era digital actual, la acumulación de información digital se ha convertido en un problema creciente que afecta tanto a nuestra salud mental como al medio ambiente. Este fenómeno, conocido como "síndrome de Diógenes Digital"
En la era digital actual, los niños nacen ya inmersos en la tecnología, lo que ha dado lugar a un nuevo síndrome: el síndrome de Diógenes digital. Este fenómeno se manifiesta en la acumulación excesiva de información digital, como correos electrónicos, archivos y fotos, que muchas personas no eliminan por temor a perder algo importante. En casos extremos, esta acumulación puede convertirse en una enfermedad.
La psicóloga Aurora Gómez explica que, al igual que el síndrome de Diógenes clásico, donde las personas acumulan objetos inservibles en su hogar, en el ámbito digital se observa un trastorno similar. El primer caso clínico reconocido de Diógenes digital se documentó en 2015, cuando una persona acumuló una cantidad excesiva de fotografías digitales, llenando su hogar con discos duros. Este comportamiento condujo a un sufrimiento mental significativo, evidenciando la gravedad del problema.
Gómez distingue dos tipos de acumuladores digitales: aquellos que acumulan información de manera caótica y aquellos que lo hacen de manera organizada, similar a coleccionistas meticulosos. Ambos tipos experimentan un nivel de sufrimiento mental debido a la compulsión de guardar información. La acumulación de basura digital, aunque menos visible que la física, puede pasar desapercibida, lo que dificulta su detección y tratamiento.
Para abordar este problema, Gómez sugiere varias estrategias. Una es realizar limpiezas periódicas de archivos digitales, organizando el proceso en tareas pequeñas para evitar abrumarse. También es importante confiar en la capacidad de encontrar información cuando sea necesario, en lugar de acumular datos por si acaso. Además, comprender los mecanismos cognitivos detrás de este comportamiento, como el miedo a perder algo valioso, puede ayudar a mitigar la compulsión.
El impacto medioambiental de la acumulación de datos digitales es considerable. La refrigeración de los centros de datos, necesarios para almacenar toda esta información, consume grandes cantidades de agua y energía. Esto es especialmente problemático en áreas con estrés hídrico. Gómez y su equipo han lanzado la iniciativa "Tu nube seca mi río" para visibilizar este impacto y abogar por una moratoria en la construcción de nuevos centros de datos en zonas vulnerables.
Pablo Barrenechea, Director de Acción Climática de Ecode, subraya el elevado consumo energético de los servidores que almacenan nuestros datos. Un solo correo electrónico puede tener una huella de carbono significativa. Barrenechea destaca que el 40% de las emisiones de efecto invernadero en la Unión Europea provienen de la contaminación digital. Para mitigar este impacto, propone cambios de hábitos simples, como limpiar regularmente la bandeja de entrada de correos electrónicos y gestionar eficientemente los archivos digitales.
La tecnología puede ser un aliado en la lucha contra el cambio climático si se utiliza adecuadamente. Barrenechea sugiere el uso de aplicaciones como "Digital Coach", que guían a los usuarios en la adopción de prácticas más sostenibles. Con medidas sencillas, como reducir la acumulación de datos innecesarios, podemos contribuir significativamente a la reducción de nuestra huella de carbono.
Dirección: Rafa Lupión | Redacción: Lucía Nadal | Producción: Nacho Guerrero
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