CASTELLÓ. La Diputación de Castellón destinará este año un total de 375.000 euros al mantenimiento de la red de unidades de conciliación familiar de la provincia. Gracias a esta contribución se garantizará que las familias con niños y niñas de entre 0 y 3 años de municipios en riesgo de despoblación puedan compaginar las partes personal y profesional en su lugar de residencia.
En este ejercicio está previsto que se financien más de una veintena de centros a lo largo de la geografía castellonense, con una inversión que oscila entre los 8 mil y 21 mil euros por municipio. Las ayudas para el presente año están en la fase final de resolución.
Uno de los centros que está en activo y que atiende actualmente hasta a seis niños y niñas es el de la Pobla de Benifassà. La vicepresidenta y diputada de Bienestar Social, Patricia Puerta, ha visitado el municipio de menos de 200 habitantes para conocer su realidad y los servicios que allí se prestan.
La titular de Bienestar Social ha asegurado que estas ayudas cuentan con la aprobación de todos los alcaldes y alcaldesas "porque con ellas pueden ampliar y diversificar los servicios que ofrecen a la ciudadanía, lo que indudablemente acaba dando motivos sólidos a las familias para que se queden a vivir aquí".
Puerta ha defendido la existencia de estos servicios al considerar que "hay que dar una alternativa pública, gratuita y de calidad a la ausencia de guarderías en las zonas rurales".
Para seguir mejorando los servicios sociales municipales, Puerta se ha reunido con el alcalde, David Gil, para abordar las necesidades en materia de bienestar social y analizar el funcionamiento de los servicios que desde la Diputación de Castellón se prestan en la población. En este sentido, se ha valorado positivamente la existencia del servicio de promoción de la autonomía personal, que da respuesta a una necesidad tan ineludible como es que la gente mayor envejezca de forma sana y activa en su pueblo. La asignación anual para este centro es de 7.000 euros.
La vicepresidenta también ha visitado Castell de Cabres, la localidad más pequeña de la provincia de Castellón, con solo 22 habitantes censados. Con la alcaldesa, María José Tena, ha visitado los diferentes equipamientos sociales de la localidad y han valorado positivamente la prestación de servicios como el de podología. La primera regidora también ha explicado que una de las actividades de mayor éxito de la población son las sesiones de yoga para gente mayor que patrocina la Diputación de Castellón.
