CASTELLÓ. La familia Jiménez Guillamón, integrada por los hijos de la presidenta de la Cámara de Castellón, Lola Guillamón, reabrirá en los próximos días el que volverá a ser el quinto hotel del Grau de Castelló, DL Port, y lo hace con una apuesta totalmente diferente a la de sus establecimientos del casco urbano castellonense.
Sin recepción, el inmueble está destinado a un segmento concreto y más en boga en Europa: "Se trata de un hotel self checking para un público joven, o moderno, y que va directamente al grano", resume Omar Jiménez, gestor del DL Port y de los otros dos hoteles de la familia una vez su madre ha dado un paso al lado en este aspecto empresarial.
Código para acceder
No en vano, la reserva sí se podrá realizar por trámites habituales, como plataformas web, por teléfono o la propia web del hotel, una vez esta esté habilitada. Pero para acceder al recinto no habrá nadie que abra la puerta, sino que se deberá introducir un código facilitado con la reserva. Esto es, precisamente, lo que ha impedido que el establecimiento haya abierto ya sus puertas, porque la gerencia quiere garantizarse que no vaya a haber problemas con este novedoso método de acceso. En el caso de que haya alguna dificultad, todas las plantas cuentan con un videoportero que conecta con la central de reservas del grupo, ubicada en el Hotel Doña Lola.
De momento, DL Port abrirá con 30 habitaciones, dos de ellas accesibles, y con una capacidad total para 54 personas. Pero la previsión es habilitar otras dos plantas para "duplicar la capacidad en función de la demanda", señala Jiménez. Las dos plantas que abrirán ahora son las dos más elevadas, la 3 y la 4, y algunas de las habitaciones ofrecen vistas al puerto de Castellón mientras la mayoría están enfocadas al jardín anexo. En función de esto, las calidades de las habitaciones se dividen en tres categorías.
El puerto, otro nicho de negocio
Además del público joven europeo con el que el hotel espera nutrirse en los meses de verano (los festivales de música del litoral castellonense, con Benicàssim a unos pocos kilómetros, son un gran aliciente) en invierno parte de la clientela puede llegar "de las múltiples empresas que trabajan en el puerto", apunta el gerente.
La reapertura del hotel del Grau llega tras una reforma "importante", señala Jiménez, y después de que en 2018 la familia se hiciese con la gerencia del establecimiento, que en el año anterior tuvo una gestión que no llegó a cuajar. Posteriormente, las diferencias entre los propietarios del bloque han dificultado la reapertura. "Ha estado cerrado mucho tiempo y por fin podemos abrir", reconoce Lola Guillamón.
El hotel es el tercero que gestiona la familia, tras el citado Doña Lola y el Zaymar, dado que hace un año dejó de dirigir el Sorolla Centro, su única incursión en València, durante un breve lapso de tiempo.
