BANGKOK (EFE). Felices de poder regresar a España tras permanecer atrapados semanas en Tailandia durante la pandemia del nuevo coronavirus, 87 españoles, entre ellos un matrimonio de la localidad castellonense de Benicarló, partieron este lunes desde Bangkok en un vuelo especial con destino a Madrid.
En su mayoría turistas que quedaron confinados en algunas de las islas tropicales del país asiático, muchos se vieron obligados a alargar su estancia a raíz de la cancelación de los vuelos internacionales que tenían reservados.
Tras un periodo de incertidumbre en tierras tailandesas, el Ministerio español de Asuntos Exteriores logró organizar a través de la delegación diplomática en Bangkok un vuelo especial operado por la compañía Iberia que salió este mediodía con destino a la capital de España.
Además de los españoles también viajan otros 47 pasajeros, en su mayoría ciudadanos o residentes de países de la Unión Europea.
El benicarlando Álvaro Zorrilla vino a Tailandia a finales de noviembre para visitar a la familia de su mujer tailandesa. El castellonense destacó las medidas sanitarias tomadas por los habitantes del país, donde casi todo el mundo se pone la mascarilla para salir a la calle y en cada establecimiento o en el mismo aeropuerto se mide la temperatura a la entrada a todas las personas.
"Mi mujer está embarazada y nos ha venido bien este vuelo organizado por la embajada (...) o cogíamos esta oportunidad o el niño nacía en Tailandia y queríamos que naciera en España", apuntó Zorrilla quien agradeció a la legación diplomática la gestión.
El ibicenco Juan Vázquez, por su parte, tomó uno de los primeros vuelos domésticos que retomaron operaciones a finales de la semana pasada para trasladarse desde la norteña ciudad de Chiang Mai hasta la capital tailandesa.
"Pensé que me quedaba aquí otro mes", comentó a Efe antes de embarcar este español que ha pasado unos tres meses en el país asiático antes de regresar, mientras observaba desde la distancia y con "inquietud" la situación en España.
A pesar de ser el primer país fuera de China en detectar un caso de COVID-19, Tailandia mantiene una cifra moderada de infectados -un total de 2.987 pacientes, incluidos 54 decesos- y ha comenzado a relajar algunas de las medidas para combatir la propagación del virus.
Sin embargo, mantiene hasta el 31 de mayo la suspensión de vuelos internacionales, con excepciones a viajes de repatriación, diplomáticos o de mercancías.
Aunque las rutas aéreas domésticas reiniciaron operaciones a cuentagotas desde el pasado viernes, muchos de los españoles han tenido que buscar otras alternativas de viaje para llegar a Bangkok y embarcarse en kilométricos desplazamientos ya fuera por barco -entre islas y el territorio continental-, por coche, o ambos.
Algunos de los españoles además han tenido que vivir situaciones complicadas e incómodas, como un grupo de cuatro amigos procedentes de Málaga que estuvieron durante varias semanas con la duda de si les iban a echar de hostal donde pernoctaban en la isla de Lanta, oeste del país.
"Nos querían mandar a un complejo hotelero privado, donde el gobierno juntaba a los turistas y donde se habían registrado contagios", explicó Miguel Ángel, quien junto a Macarena, María y Pedro llegaron a Tailandia el 1 de marzo y pretendían regresar el 23 de ese mismo mes.
El embajador español, Emilio de Miguel Calabia, y otros miembros de la embajada y el consulado acudieron al aeropuerto para asistir a los viajeros durante las tareas de embarque de este vuelo especial que tiene programado aterrizar en España en la tarde del lunes.