Foto: FIBCASTELLÓ. Las ediciones de los macrofestivales de música se miden de año en año por sus cabezas de cartel. Ese "talismán" con el que esperan reunir gran cantidad de público y destacar sobre el resto de copiosas propuestas que inundan, especialmente en verano, el ocio del país. De ahí nace, en efecto, el propio afán del público por fijarse únicamente en la letra grande de estos eventos. Se presupone que son las propuestas más fuertes y son a las que hay que ir. De hecho, sí lo son en cuanto a que en los 'primeros puestos' están aquellos artistas laureados internacionalmente o que copan el foco de atención tanto en YouTube como en las redes sociales. Pero, lo que nos enseñan los mismos festivales con el paso del tiempo es que no hay que descuidar a todos esos artistas que quedan por debajo. Son cantantes que seguramente han tenido que demostrar más para "conquistar" a las promotoras que deciden quien va o quien no hasta estos mega conciertos. Son músicos que simplemente están empezando a despuntar.
"Fue gracias a que nuestra promotora vio a Amy Winehouse actuar en Austin (Tejas) que inmediatamente la fichó para ir al año siguiente hasta el FIB", explica Gustavo Navedo, responsable de prensa del Festival Internacional de Benicàssim, una de las citas más multitudinarias de España. Así, un verano de 2007 la ahora leyenda británica se desplazó hasta Castellón para tocar su famoso trabajo Back to Black (Island, 2006). Por entonces no era precisamente desconocida, ya era de hecho toda una celebridad en su país. Sin embargo, fue en una carpa secundaria del FIB que Amy Winehouse tocó por primera vez en España.
Caso más reciente es también el de Dua Lipa, quien actuó hace tan solo dos años en Castellón en una edición donde todos los ojos iban hacía The Weeknd, Kasabian o Red Hot Chili Peppers. El nombre de la cantante de 'New Rules' se perdía por entonces entre la letra pequeña del cartel, en un país donde era prácticamente desconocida. Y es que la afluencia de su público era, como es habitual, mayormente europeo. Ahora, dos años después y, con unos cuantos de miles de seguidores más, ha aconseguido dos Grammy y dos Premios Brit, además de copar la mayoría de estadios.
Igualmente, fue en 2017 cuando los franceses The Blaze tocaron por primera vez en España. Este dueto, conocido principalmente por sus vídeos cinematográficos, busca congregarse por su destreza al combinar la música electrónica con imágenes que exploran la humanidad en todos sus límites. Aunque su nombre todavía no resuene como los anteriormente mencionados, su agenda de conciertos en 2018 incluyó otros festivales europeos y estadounidenses como Coachella o el Primavera Sound.
A la cola de artistas que debutaron, en España, con su paso en el FIB se suma Ed Sheeran, quien cantó en el festival en 2012 cuando su máximos hits era 'Drunk' o 'The A Team'. Nada había por entonces de 'Perfect' o 'Shape of You', temas que le han convertido, actualmente, en unos de los solistas más reconocidos a nivel mundial. También, este fue el escenario de Chvrches, quienes llegaron en 2013 a la ciudad como un grupo novato que ya empezaba a prometer. O Tame Impala, que pasó de ser una de las bandas más desapercibidas de 2011, a una de los grandes atractivos de la primera tanda de confirmaciones del FIB 2014. Los músicos fueron especialmente aclamados con su disco de platino Lonerism, que recibió una nominación Grammy Award como mejor disco de música alternativa. Así mismo, el paso de Gorillaz en 2010 por Benicàssim les sirvió para materializar su propuesta musical en el mercado estatal. Los artistas repitieron siete años más tarde ya ofreciendo uno de los shows más esperados de la historia del FIB.
"El festival siempre va detrás de las propuestas nuevas más interesantes del mercado, pero también de los clásicos. Nos gusta recuperar grupos. Traer músicos que han marcado al público a lo largo de su trayectoria, como hicimos con Brian Wilson en 2005 o Leonard Cohen en 2008. Se trata de complacer al imaginario musical de todos los asistentes que, en nuestro caso, oscila entre los 18 a los 45 años", explica Gustavo Navedo.
Con todo ello, solo el tiempo dirá si algunos de los diminutos nombres que rondan por el 25 aniversario del FIB, que se celebrará del 18 al 21 de julio, volverán en letras grandes dentro de unos años.
De igual modo, otro de las "marcas" del FIB es dotarle de exclusividad a su cartel. Es decir, asegurarse de que el show de alguno de sus artistas sea el único de la temporada que se de en el país. "Intentamos que los cabezas de cartel den un concierto único en toda la península, como reclamo para nuestro evento", señala Naveda. Son pues frecuentes los contratos que aseguran a los macro festivales tener "guardada" su carta hasta el final. En efecto, será el 19 de julio cuando Lana del Rey actúe por única vez en nuestro país, con motivo de su paso por Benicàssim. "Se trabaja todo el año para que así sea", apostilla el responsable de comunicación. Y es que hay contrataciones que empiezan a gestarse incluso dos años antes del festival.
