CASTELLÓ. El Amics se juega este viernes un partido frente al Melilla (Ciutat de Castelló, 20:00 h.) que le puede dar la vida en la lucha por la salvación.
Y es que los norteafricanos abren las posiciones de permanencia con dos victorias más que los castellonenses, por lo que un triunfo del conjunto de Orenga reduciría el déficit a un triunfo. En cambio, una derrota hundiría al equipo de la Plana situándolo a tres victorias con solo seis jornadas por disputarse.
Se trata, pues, de un partido de vida o muerte para el Amics, que no puede fallar en su cita en el Ciutat. "Es una finalísima porque es un rival directo. Tenemos que ganarles e intentar llevarnos el basketaverage. Es un partido muy difícil pero debemos hacernos fuertes en casa. Hemos estado entrenando bien y vamos a intentar que el partido nos salga mejor que el último contra Estudiantes", ha declarado Juan Antonio Orenga.
La clave para llevarse el partido será "bajar el acierto de sus mejores anotadores, no cometer errores nosotros, y controlar rebote y correr", ha señalado Orenga, quien confía en la capacidad del equipo a la hora de gestionar la presión. "Esta sensación la vivimos también en Oviedo con una tensión tremenda. Tenemos que hacer valer que jugamos en casa. Esperemos que esa presión nos lleve a jugar intensos y a divertirnos", ha manifestado el técnico.
El Amics confía en que el factor pista marque diferencias en un partido en el que se espera una buena asistencia de público en el Ciutat de Castelló.