CASTELLÓ. El Amics Castelló visita este jueves al Tizona Burgos (21:00 h.) en una jornada previa a la Navidad en la que los de Orenga tendrán las importantes ausencias del tirador norteamericano Calvin Hermanson y el gigantón Tanor Ngom.
El cuerpo técnico castellonense está trabajando para que el equipo no se amilane a pesar de las ausencias y siga compitiendo para luchar por la victoria. "Lo que nos está focalizando más que nada es en recuperar a la gente que tenemos lesionada que todavía va para largo e intentar gestionar que los jugadores que tenemos en lugar de estar al 100% tienen que estar todos al 120% y dar un paso adelante todos e intentar que en los partidos que quedan de esta primera vuelta sacar alguna victoria que va a ser complicado porque son rivales muy potentes", ha reconocido Juan Antonio Orenga.
Una de las claves para que el Amics Castelló mejore su rendimiento es evitar esos malos primeros cuartos que les han lastrado en algunos partidos con diferencias amplias casi irrecuperables. Orenga hablaba de como tienen que afrontar el partido de este jueves para tener opciones de victoria. "Debemos minimizar errores porque cuando estamos en momento de coger el partido tenemos alguna pérdida o fallamos alguna canasta fácil que hace que se abra una brecha en el marcador. Tenemos que solucionar esos lapsus en los que nos sacan una diferencia importante porque el otro día el equipo compitió 35 minutos, pero los primeros cinco minutos nos sacaron del campo".
Delante tendrán a una de las sorpresas de la liga, un Tizona recién ascendido pero que está jugando a las mil maravillas, sextos con 9 victorias y 4 derrotas y siendo el segundo mejor equipo en anotación. "Tizona está jugando muy bien con un baloncesto muy rápido, transiciones muy rápidas, mucho contrataque una defensa muy presionante con sistemas sencillos pero que ejecutan muy bien. Es un equipo muy compensado, con mucha versatilidad en jugadores que pueden jugar en varias posiciones", ha analizado Orenga.
Todo un reto, pues, para un Amics que quiere acabar con una racha de cinco derrotas seguidas.