El campo denuncia que Agricultura no avanza en la convivencia de los sectores apícola y citrícola

CASTELLÓ. La Conselleria de Agricultura publica de nuevo, después de 28 años en vigor y sin haber realizado ningún avance a lo largo del último año, otro Acuerdo del Consell por el que se aprueban medidas para limitar la polinización cruzada entre plantaciones de cítricos (conocido como la pinyolà), un texto idéntico al publicado la última vez y que supone la expulsión nuevamente de los apicultores valencianos de la Comunitat Valenciana.

“Ha transcurrido otro año de promesas incumplidas, la Conselleria sigue sin hacer su trabajo y elabora un Acuerdo que constata la nula voluntad del Govern del Botànic por la coexistencia de dos sectores de gran importancia para el sector agrario valenciano como son el apícola y el citrícola”, señalan las organizaciones profesionales agrarias La Unió, AVA-Asaja, Asaja Alicante, Apac, UPA, Arva y CCPV-COAG, quienes insisten en su gran malestar. No en vano, “hemos presentado un plan de viabilidad a Conselleria donde se exponen las posibles condiciones de acercamiento para ambos sectores y del que no hemos recibido respuesta”.

Límite a las colmenas

Así, tras la reunión de la mesa sectorial apícola mantenida el pasado viernes, los responsables de la Conselleria de Agricultura han decidido, de nuevo y sin atender a razones, limitar gravemente los asentamientos apícolas en los campos valencianos, pese a que los apicultores han cumplido las órdenes y acuerdos publicados. La prueba fehaciente, señalan las organizaciones, es que no se han producido denuncias por asentamientos ilegales.

Las entidades que representan el sentir del campo valenciano señalan que es necesario que la Conselleria de Agricultura afronte no solo el mapa varietal, sino que regule las plantaciones de cítricos fomentando aquellas variedades no productoras de semillas y tome medidas para que se pueda ejercer la apicultura sin restricciones. Máxime en un momento en que se incrementan los abandonos de campos de cítricos por la baja rentabilidad, con lo que entienden que habría que aprovechar para actuar con valentía, "porque es evidente que las abejas son simplemente un vector y no tienen ninguna culpa de la presencia de semillas en los cítricos que originan las variedades híbridas". En este sentido, llama la atención que la Conselleria no haya querido tener en cuenta ni siquiera la posibilidad de colocar mallas en las explotaciones de cítricos, señalan las entidades.

Pérdidas económicas

La sociedad valenciana debe ser consciente de que las restricciones de asentamientos en zonas citrícolas de la Comunitat Valenciana provoca pérdidas económicas enormes a las personas apicultoras sin compensación por parte de la Administración. Además, debido a las condiciones de crisis por las que atraviesa el sector apícola agravadas por la pandemia, la aprobación de dicho acuerdo supone una importante traba en el desarrollo de la actividad apícola por el traslado imperioso de las colmenas a otras localizaciones fuera de nuestra comunidad autónoma.

Así, mientras en todo el mundo se reconoce la labor de las abejas como grandes polinizadoras y destacan su papel para la biodiversidad y el medio ambiente, aquí se les criminaliza. El propio Parlamento Europeo ha instado a los Estados miembros a que aporten más fondos para defender a las abejas, poniendo especial atención en el cuidado de su estado de salud. Además, ha reclamado que se defienda la actividad de las personas apicultoras como pieza relevante del medio agrario europeo y también de los ecosistemas naturales.

Está demostrado que la abeja melífera aumenta el rendimiento de muchos cultivos que se encuentran en las catalogadas como zonas citrícolas, como pueden ser los aguacates, almendros, naranjas, cerezas, calabazas, etc. Con esta normativa se está perjudicando tanto al sector apícola como al propio sector agrícola.