CASTELLÓ. Las dos derrotas consecutivas sufridas fuera de casa en las últimas semanas no son sorpresa en un Castellón que ha rendido mal lejos de Castalia desde el principio de curso. Lo que es novedad es la imagen de equipo sin rumbo que ha mostrado en estas jornadas, muy deficitaria respecto a los primeros meses de competición.
Los albinegros han dejado de ser el equipo sólido y dominador al que solo los detalles le privaban de sumar de tres en tres en los desplazamientos, para convertirse en un conjunto inseguro atrás y sin ideas en la creación.
La implantación de un nuevo estilo de juego basado en el manejo del balón complica los objetivos en campos de estado precario, tal como reconoció el técnico orellut Albert Rudé en la rueda de presa previa al choque frente al Amorebieta. El problema es que el Castellón no ha encontrado soluciones cuando ha competido bajo esas condiciones, como se ha podido comprobar en este último compromiso en tierras vascas y en el anterior en el campo del Intercity. Además, los rivales parecen tener bien estudiado este modelo y no han tardado en encontrar respuestas para contrarrestarlo.
En ambos choques, se ha repetido el guion de un Castellón ahogado por la presión en bloque de sus adversarios, lo que le ha impedido imprimir ritmo al juego. Además, sus imprecisiones en la circulación han reducido al mínimo sus llegadas claras al área rival. Solo cuando esa presión menguaba, surgían las opciones en ataque de los albinegros.
No se han observado respuestas tácticas a estas situaciones, ni alternativas desde el banquillo del agrado del técnico. Ante el Amorebieta, el primer cambio, al margen del obligado por la lesión de Borja Granero, llegó en el minuto 84, con la entrada de De León.
El único delantero natural que estaba disponible, David Cubillas, entró en el minuto 92, justo después del gol que permitió acortar distancias en el marcador. El capitán tuvo poco tiempo para intervenir, aunque un envío suyo al interior del área estuvo a punto de acabar en el gol que habría servido para dar un punto al Castellón. Antes de eso, el equipo albinegro estuvo más de una hora por debajo en el marcador.
El conjunto albinegro tiene seis partidos más a domicilio hasta la conclusión de la temporada. Los rivales que van a recibir a los de Rudé son Numancia, UD Logroñés, Sabadell, Bilbao Athletic, Murcia y Real Sociedad B. En estos partidos tendrá que encontrar las soluciones que le permitan dar un golpe de timón a su rendimiento lejos de Castalia y pelear por el ascenso directo.