CASTELLÓN. El Castellón se agarra a los refuerzos en el mercado de invierno para salvar su calamitosa temporada. Tras apostar por otro estilo de juego con el fichaje del técnico granadino Óscar Cano, el club quiere reformar la plantilla a imagen y semejanza del nuevo entrenador y buscar, de esta forma, una reformulación de conceptos que se traduzca en números ganadores.
El objetivo inmediato es claro: no descolgarse más de los puestos de permanencia una vez disputado el último partido de 2018 y obtener fichajes que ayuden a reaccionar al equipo a partir de enero.
Y es que la dirección deportiva parece haberse percatado de que el plantel que diseñó en verano no puede correr otra suerte que irse de cabeza a Tercera División, tal como se ha visto en las 17 primeras jornadas. De ahí que intente corregir su mala planificación con la incorporación de jugadores que cubran las carencias creativas que evidencia el equipo y ayuden a lograr victorias.
El nuevo técnico albinegro, así lo reconoce: "Queremos jugadores que complementen lo que hay y que cohesionen todas las posibilidades que tiene la plantilla". El número de refuerzos no ha quedado determinado, pero incluirá al menos dos centrocampistas de buen manejo de balón, algo que Cano considera prioritario para que el juego de los albinegros fluya mejor.
El club espera que estos futbolistas estén a disposición del técnico de cara al primer partido de 2019, ante el Barcelona B. La llegada de refuerzos implicará salidas y, en este sentido, el club ya ha se ha puesto en contacto con direcciones deportivas de Segunda B y Tercera para ofrecer sus descartes.