CASTELLÓ. El Castellón inicia la que podría ser su última semana en la categoría de bronce del fútbol español tras una temporada de grandes prestaciones que intentará rubricar este sábado en la ronda de campeones.
Los albinegros afrontan sus últimas sesiones de trabajo en Castalia antes de viajar a Málaga, donde les espera una de las citas más importantes de su historia reciente con la final por el ascenso ante el Logroñés.
El conjunto de Óscar Cano llega a esta cuenta atrás cargado de ilusión y con toda la plantilla en perfectas condiciones físicas para encarar el reto del sábado en La Rosaleda. Los orelluts han logrado esquivar las lesiones durante su puesta a punto, lo que les permite disponer de todos sus recursos para tratar de dar el salto a la Segunda División.
El Castellón realizará entrenamientos vespertinos en Castalia los días lunes, martes y miércoles. Serán las últimas apariciones de los jugadores esta temporada sobre el verde del recinto municipal, ya que el jueves viajarán a Málaga para disputar el play off. Tras despegar en vuelo chárter desde el Aeropuerto de Castellón, la expedición albinegra prevé llegar a la Costa del Sol sobre las 10:00 horas.
Una vez allí, se desplazará a su hotel de concentración, en Marbella, y entrenará en el campo de La Quinta, muy próximo a su lugar de alojamiento. La plantilla volverá a ejercitarse en ese recinto el viernes, jornada en la que Cano perfilará los últimos detalles antes de disputar el partido ante el Logroñés.
El Castellón pernoctará en Marbella tras la final ante los riojanos y regresará a casa al día siguiente, siempre que haya ascendido. En caso contrario, permanecerá concentrado al menos hasta el 23 de julio, día en que se enfrentaría a uno de los ganadores de la ronda de cuartos de final que disputan los segundos, terceros y cuartos de grupo.