CASTELLÓ. La parálisis que sufre el Castellón en su funcionamiento como club ha alterado los planes de pretemporada del primer equipo. Así, la entidad albinegra ha confirmado que el regreso a los entrenamientos, previsto para el 11 de julio, tendrá lugar una semana después, el 18.
Además, el amistoso de estreno de los orelluts, frente al Huesca, se ha caído del programa. Este partido se había fijado inicialmente para el 20 de julio, aunque luego se adelantó al 19 para evitar que coincida con la fiesta del centenario de la fundación del club. Finalmente no se va a jugar.
Este cambio de planes es el resultado de más de seis semanas de bloqueo en el día a día del Castellón como consecuencia de las negociaciones que mantiene Capital Albinegro para la incorporación de un inversor que lidere el proyecto deportivo de la próxima temporada. El parón afecta también a la confección de la plantilla. El club no ha hecho ninguna incorporación ni ha hablado con ninguno de los jugadores que pretendía renovar tras finalizar contrato, el 30 de junio. Algunos, como Mario Barco, ya han cambiado de equipo.
A estas alturas de verano, Vicente Montesinos esperaba tener cerrada la venta, pero el proceso se está alargando más de lo deseado, lo que hace que la entidad de la Plana llegue a las fechas previas al arranque de los entrenamientos sin entrenador ni proyecto deportivo.
Debido a ello, el club ha optado por reducir en una semana el trabajo de preparación de cara al inicio de Liga. Así, los albinegros dispondrán de seis semanas para ponerse a punto, en lugar de las siete previstas inicialmente. Su primer amistoso se jugará el 26 de julio, frente al San Pedro.