CASTELLÓ. La incógnita sobre los derechos de televisión vuelve a ser protagonista del verano en Primera Federación cuando falta menos de un mes para que arranque la competición.
El Castellón, que afronta su tercera campaña consecutiva en esta categoría, vive su acostumbrada incertidumbre sobre un asunto básico para la organización del torneo. Todo ello después de que ninguna plataforma haya presentado una oferta que satisfaga las condiciones impuestas por la Federación Española de Fútbol (RFEF) en su concurso televisivo.
Y eso que el ente que preside Luis Rubiales rebajó en más de la mitad las exigencias económicas de la pasada temporada, situando el precio de los derechos en 7 millones de euros por campaña para los tres próximos cursos. Aun así, nadie ha llegado a esa cifra, por lo que la RFEF tendrá que abrir otro proceso de selección, cambiando las condiciones iniciales.
Esta situación acentúa la inestabilidad organizativa de la Primera Federación en un asunto de tanta relevancia para aficionados y tesorería de clubes. Desde la creación de esta categoría, hace dos años, la televisión ha sido una fuente de constante inestabilidad. El primer año se llegó a un acuerdo con Fuchs Sports para emitir los partidos por streaming por tres temporadas, pero antes de acabar la primera se produjo la ruptura, incluyendo denuncias ante los tribunales por incumplimientos. En la segunda campaña se llegó a un acuerdo con Instat TV y también se rompió el convenio que se había firmado por tres años.
Este verano también se están intentando acordar los derechos por varias temporadas, pero las tentativas iniciales están siendo fallidas. Todo apunta a que se va a repetir la historia de los últimos veranos y que todo se resolverá deprisa y corriendo, en vísperas del inicio del campeonato.