CASTELLÓ. Embellecer y volver más turístico el Castillo de Peñíscola ha sido el objetivo que ha perseguido la Diputación de Castellón durante los últimos nueve años. Aunque, en un principio, su transformación estaba prevista para hacerse en seis, diferentes complicaciones y retrasos han provocado que sea a finales de 2024 cuando por fin el monumento cierre esta etapa. Eso sí, las obras que están desempeñándose en el acceso a la fortaleza terminarán incluso antes, en junio, pero entonces faltarán algunos detalles más para poner la guinda al pastel. Puestos a restaurar y adecuar los diferentes emplazamientos del castillo, la institución provincial quiere instalar en el Parque de Artillería varias esculturas de bronce que ayuden a explicar mejor su historia.
La Diputación ha sacado a licitación la elaboración, producción e instalación de piezas escultóricas para su exposición por un valor de 299.961 euros (impuestos incluidos). Una acción que forma parte del 'Plan de Actuaciones para la Dinamización Turística del Castillo de Peñíscola' que se inició en el año 2015, con el objetivo de crear un centro de interpretación sobre la fortaleza y su historia, desde el castillo medieval hasta las fortificaciones modernas que se ubican dentro del Parque de Artillería.
Las piezas que busca, en este sentido, la institución son muy concretas. Por un lado, piden construir a Vespasiano Gonzaga y Bautista Antonelli, los que fueron el proyectista y el ingeniero que dirigieron en la época de Felipe II la fortificación del castillo. Lo que supone todo un reto no solo porque se trata de fundir a bronce y a tamaño real cada personaje, sino porque mientras que del primer sí existen retratos, del segundo no. La única información que puede servir de guía son una serie de publicaciones sobre la intervención que ambos desempeñaron en los años 1576 y 1579.
Por otro lado, también se necesitan dos esculturas de artilleros a tamaño real, que se situarán cerca del cañón instalado en la casamata de los fosos, y de un fusilero de la guerra de Sucesión o independencia a situar junto a un parapeto que hay en el Parque de Artillería.
A partir de aquí, los escultores interesados tienen un plazo de siete meses para presentar un modelo a escala reducida, así como los bocetos. Pero, además, será necesario aportar un texto explicando cada escena o grupo de esculturas de forma que sirva para la futura audioguía que se proporcionara para la visita libre del Parque de Artillería.
Por su parte, la Diputación se compromete a proporcionar un director técnico del proyecto, experto en patrimonio, que atenderá todos los aspectos que atañen a la realización de las piezas y su integración y adaptación en el espacio.
El Castillo de Peñíscola busca así reivindicarse como parada turística, si bien ya lo es, como también lo es en el ámbito cultural. Cada año, la fortaleza transforma sus diferentes espacios para convertirse en sede de dos de los proyectos culturales que más aire fresco ofrecen a la programación estival. Por un lado, acoge el Festival de Teatro Clásico Castillo de Peñíscola, que en su última edición puso en escena un texto nunca antes representado de Miguel de Cervantes, como fue La casa de los celos; y citó a intérpretes de la talla de Fernando Cayo, Anabel Alonso o Joaquín Notario. Y por otro, celebra el Festival Internacional de Música Antigua y Barroca, que siempre se acompaña de propuestas de proximidad con grandes nombres internacionales.
Así pues en el apartado turístico también cumple. Según datos ofrecidos por la Diputación, el Castillo recibió en 2023 más de cuarenta mil visitas solo en el mes de abril, mientras que durante todo el año se batió "el récord" con un total de 327.677 personas. La cifra, como manifestaron, fue la más alta desde que hay registro.
En este sentido, Ester Forner, directora del Castillo de Peñíscola, afirma que con la rehabilitación ya concluida el alcance del monumento solo "irá a más". En consecuencia, también estudian sus responsables subir el precio de la entrada general, que en la actualidad cuesta cinco euros. "Con la historia que tiene el castillo y la reforma que hemos hecho, debemos equipararnos a lo que piden otros monumentos. De hecho, conocemos de palacios de menos envergadura que cobran más que el palacio de Peñíscola", concluye Forner.