CASTELLÓ. El chef Rubén Miralles pretende abrir un restaurante en el antiguo almacén de productos pesqueros del puerto de Vinaròs. El cocinero, uno de los más reputados de la provincia de Castellónl (atesorar un Sol en la Guía Repsol desde 2022), confirma que ha solicitado a la Generalitat la concesión demanial del viejo almacén pesquero en desuso para rehabilitarlo y explotarlo como restaurante. "Mi idea es trasladar el concepto de aquí [su establecimiento en la localidad] a un nuevo espacio gastronómico más grande en el puerto de Vinaròs", asegura.
El actual restaurante, abierto en 2018 en la Travessia de Sant Vicent, un callejón a pocos metros de la céntrica plaza Parroquial de Vinaròs, se le ha quedado pequeño. La reconversión del antiguo almacén pesquero proporcionaría al negocio gastronómico un espacio mucho mayor, con la incógnita de si mantendría abierto el actual local, que lleva su nombre. "Aún no sé si mantendré el restaurante, es algo que deberé analizar más adelante", remarca.
El joven chef ha encargado a un despacho de arquitectos el proyecto de rehabilitación del almacén portuario, que está en fase de redacción. "Aún queda por delante más de un año de trámites, así que todavía es pronto para concretar más detalles", añade con prudencia.
Rubén Miralles inició su andadura profesional como jefe de cocina en restaurantes de Peñíscola como Rojo Picota o Mandarina. En 2018 eligió Vinaròs para abrir su propia sala al ser su ciudad natal. El reconocimiento llegó en 2022 con su primer Sol de la Guía Repsol, que ha revalidado desde entonces, y la aparición desde el año pasado en la Guía Michelin como Bib Gourmand por la buena relación calidad-precio de su restaurante.
El estilo gastronómico de Miralles apuesta por el producto local y de proximidad, como el langostino de Vinaròs, el pato del Delta del Ebro, la cecina de Todolella o los quesos y almendras del Maestrat. Todo ello, con guiños a la cocina árabe, asiática y peruana.