CASTELLÓ. La secretaria autonómica de Obras Públicas, Transportes y Movilidad, María Pérez, ha visitado las obras de rehabilitación de firme y mejora de la seguridad vial que la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad ha realizado en la carretera CV-12 de Ares del Maestre a Morella.
Esta actuación, ha explicado la secretaria autonómica, ha supuesto una inversión de 3.729.049 euros y resuelve las deficiencias que presentaba esta vía debido al paso del tiempo, las inclemencias meteorológicas y el tráfico de vehículos pesados.
Asimismo, María Pérez ha señalado que estas obras se enmarcan dentro del objetivo de la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad de mejorar la movilidad, la conexión y la vertebración de los municipios del interior de la Comunitat Valenciana. También ha destacado la colaboración prestada por los municipios de las comarcas dels Ports y del Alt Maestrat,
Los trabajos de rehabilitación han incluido, además, otras actuaciones para garantizar la seguridad vial de los usuarios de la carretera, como son la colocación de defensas, la reposición de la señalización horizontal de la carretera, así como la conversión de las actuales cunetas triangulares sin revestir en cunetas de seguridad revestidas de hormigón que permiten apartarse de la calzada si es necesario.
La carretera CV-12 pertenece a la red de carreteras de la Comunitat Valenciana. Conecta la CV-15 (Ares del Maestrat) con la nacional N-232 en las cercanías de Morella, y tiene una longitud aproximada de 24 kilómetros. Construida en el
año 1993, su trazado alternaba refuerzos sobre una pista forestal existente con tramos de nuevo trazado que se adaptaban a la morfología existente.
El paso de los años, las condiciones meteorológicas y el tráfico de vehículos pesados (IMD2015 de 729 vh/d con un factor de pesados del 21,2%) debido a la existencia de una cantera próxima, produjeron un deterioro paulatino del firme que se fue mitigándose mediante las labores de conservación realizadas periódicamente.
No obstante, llegó un momento en el que la alta degradación que presentaba el firme, la presencia de zonas con blandones donde había fallado la explanada, baches, roderas generalizadas producidas por el paso de camiones muy cargados, así como la existencia de otras tipologías características de un firme envejecido y agotado estructuralmente hicieron inaplazable su rehabilitación para adaptarlo, además, a las condiciones previsibles de tráfico futuras.