CASTELLÓ. La Conselleria de Medio Ambiente está inmersa en la modificación del Decreto de 2003 con el objetivo de mejorar la regulación de la pesca en la reserva marina de la Serra d'Irta. La nueva normativa, que entre otras acciones pretende crear un censo de todas las embarcaciones de pesca profesional que pueden faenar en esas aguas para preservar el ecosistema marino, contrasta con la renovación de la autorización de uso del emisario submarino de Alcossebre, que vierte aguas fecales en esa zona desde 1993.
El Ayuntamiento de Alcalà de Xivert tramita la prórroga de uso de ese emisario submarino, que ya cuenta con el informe de impacto ambiental favorable de la Generalitat. El emisario seguirá acotando su funcionamiento al vertido de las aguas residuales que se generen solo en días de lluvia, algo que ya sucede desde 2014. Con ello, el tubo subterráneo y submarino continuará arrojando al mar cada año un tope de 12.000 metros cúbicos de agua contaminada, con una función de simple aliviadero de la estación de bombeo de aguas residuales de Les Fonts.
La boca del tubo del emisario está situada en alta mar, a 1,7 kilómetros de distancia en línea recta desde la desembocadura del barranco de Malentivet, dentro del espacio de la Red Natura 2000 de la Serra d'Irta. Muy cerca queda también la Reserva Natural de las Illes Columbretes, de ahí la intención municipal de reducir en lo posible la contaminación del medio marino frente a sus costas.
Solo entre los años 2005 y 2009, cuando el emisario submarino de Alcossebre funcionaba a pleno rendimiento, se arrojaron al mar unos 700.000 metros cúbicos anuales de agua contaminada, según datos de la Conselleria de Medio Ambiente.
La puesta en funcionamiento de la estación depuradora de Alcalà en septiembre de 2014 acotó esos vertidos residuales a los días de lluvia, con la media de 12.000 metros cúbicos anuales. De hecho, según el Consell, el emisario de Alcossebre lanzó al mar 5.131 metros cúbicos en 2016; otros 7.645 metros cúbicos en 2017; 21.693 en 2018, ya que fue un año más lluvioso; y 6.617 durante los primeros nueve meses de 2019.
La notable reducción del agua fecal lanzada al mar desde 2014 contrasta con el lodo localizado en la surgencia sur de los manantiales naturales de la playa de Les Fonts, que emerge casi todos los veranos y obliga a cerrar al baño buena parte de la fachada litoral de Alcossebre. Desde el Consell aseguran que el remedio no es sencillo y pasa por renovar la red de saneamiento e instalar un sistema de bombeo que redirija el agua fecal a través de ella.
La modificación del Decreto de 2003 para regular la pesca marítima obligará a la Cofradía de Pescadores de Peñíscola a autorizar la pesca desde un máximo de ocho embarcaciones de forma simultánea para no poner en riesgo la regeneración de los recursos pesqueros en la reserva marina.
Otro aspecto novedoso que se incluirá en el Decreto de 2003 será la limitación de la actividad de buceo solo con equipo ligero -gafas, tubo y aletas-, mientras la navegación libre quedará reducida a una velocidad inferior a 3 nudos hasta 100 metros de distancia de la costa.
Además de regular la preservación del medio marino en la Serra d'Irta, el Consell ya acotó en el verano de 2022 la circulación de vehículos por la pista forestal que cruza el parque para reducir el número de visitantes y evitar las pernoctaciones. Fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente explican que las barreras de control de paso han dado buen resultado, por lo que volverán a estar operativas este verano. Quienes deseen acceder al parque natural deberán reservar con antelación una plaza de aparcamiento en la zona de la playa.