CASTELLÓ. La Generalitat cuenta ya con la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para desmantelar la estación de pretratamiento de aguas residuales situada justo debajo del antiguo Ayuntamiento de Peñíscola, junto a la playa Sur. La obra llevará aparejado el desvío de tres colectores por el Ullal de l’Estany, en total 293 metros de tubería, e implicará un elevado riesgo de vertidos de material de obra, especialmente en la zona de la pasarela. Así lo admite la propia Generalitat en el informe técnico que ha dado lugar a la aprobación de la DIA. En la actualidad, todos los colectores se sitúan en la zona de la plaza de la Constitución y confluyen en la calle Maestro Bayarri y en la avenida Akra Leuka.
La retirada del sistema de bombeo de la estación de pretratamiento de Peñíscola se arrastra desde hace una década, cuando la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), organismo dependiente de la Generalitat, proyectó la construcción de la actual depuradora junto a la rambla de Alcalà, a unos seis kilómetros de Peñíscola, junto a la AP-7.
En un principio, la depuradora se planificó en 2012 para dar servicio a una población de 104.000 habitantes en temporada turística alta. Sin embargo, apenas un año después, los propios responsables de la Epsar se dieron cuenta de que esa previsión de crecimiento urbanístico de Peñíscola iba a ser irreal y replantearon el proyecto de la nueva depuradora a la baja, para un menor caudal. La obra se ejecutó en 2015 pero quedó aparcado el desmantelamiento de la estación de pretratamiento, que aún hoy pervive debajo del edificio del antiguo Ayuntamiento.
Eliminar la planta de pretratamiento es vital. La vieja instalación es un foco de insalubridad y malos olores que impiden al ejecutivo municipal de Peñíscola reabrir el antiguo Ayuntamiento con una nueva utilidad social. Los actuales rectores de la Epsar pretenden retirar el sistema de bombeo de la vieja planta de pretratamiento sin demoler la obra.
Además del riesgo de contaminar el Ullal de l’Estany, las obras de desvío del trazado de tres colectores obligarán a cortar al tráfico durante varios meses la avenida España, una de las principales arterias de Peñíscola. Y en verano, ese trastorno se multiplica.
El otro gran asunto urbanístico en ciernes en Peñíscola es el Plan Especial para cambiar el nuevo acceso proyectado a los polígonos 1 y 4 de Racó Calent, que impulsa la empresa urbanizadora Cerro del Sol. El nuevo acceso se trazará desde la avenida de la Estación. De momento, el consistorio de Peñíscola mantiene la suspensión de nuevas licencias urbanísticas hasta el próximo mes de mayo a excepción de unas parcelas edificables situadas en la avenida de Irlanda.