CASTELLÓ. El aguacate se ha visto desde hace años como una de las alternativas al cultivo de los cítricos en la provincia de Castellón y la Comunitat Valenciana. De hecho, así lo vienen señalando las organizaciones agrarias y lo recoge la última encuesta sobre Superficies y Rendimientos Cultivos (Esyrce), que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
En concreto, en el último año, de 2018 a 2019, la superficie cultivada en la Comunitat Valenciana aumentó en un 56,9%, con 528 hectáreas más, hasta alcanzar las 1.455. Y el crecimiento más importante se dio en las comarcas castellonenses, que triplicaron su superficie hasta las 257 hectáreas, desde las 81 con que acabó 2018, siempre según el boletín ministerial.
Esto se ha debido, sobre todo, al desarrollo y plantación de la nueva variedad Lamb Hass, que extiende el periodo de recolección actual de la Hass (la variedad más apreciada mundialmente) a los meses de mayo y junio, mientras esta segunda comienza a recolectarse en diciembre y acaba en abril.
Con esto ha quedado atrás una época en que la provincia parecía territorio maldito para este cultivo, cuyo consumo se está multiplicando en todo el mundo, pero que tenía muy difícil su adaptación a las comarcas castellonenses por la salinidad de sus acuíferos, además de la incidencia de la pobredumbre radicular causada por la Phytophthora.
Pero nuevos avances en las investigaciones prometen dar un impulso a este cultivo en el territorio provincial. Concretamente, la compañía Eurosemillas, obtentora, entre otras variedades de fruta, de la mandarina Tango, acaba de anunciar un acuerdo con la Universidad de California Riverside "para desarrollar y explotar una nueva y revolucionaria generación de aguacates".
El programa que están implementando ambas entidades, que prevé la inversión de 5 millones de euros, combina cinco nuevos patrones con cuatro variedades ahora obtenidas y que se injertan en aquellos. Los nuevos pies son más resistentes a la Phytophthora y a la salinidad, la sequía y el calor, que irán en aumento con el cambio climático. Esto amplía las posibilidades de ubicación, no solo a Castellón, sino también a otras zonas del territorio estatal o Portugal.
Asimismo, dos de las nuevas variedades, que ahora se deben desarrollar y explotar comercialmente en Europa y América, amplían el período de recolección por delante de la Hass y por detrás de la Lamb Hass, con lo que la época de producción alcanzaría los ocho meses en cada hemisferio. En estos dos casos, también conllevan un aumento productivo respecto a la variedad Hass.
Asimismo, los árboles resultantes de combinar estas variedades y patrones son de crecimiento más vertical, corte más erecto y de menor vigor, lo que facilitaría, a su vez, marcos de plantación reducidos y con ello sistemas de producción más intensivos y rentables, con mejor aprovechamiento de los recursos y más adaptados al minifundio típico castellonense.
Habrá que conocer finalmente la adaptación a Castellón y el resto de la Comunitat de estos avances genómicos para ver si suponen un nuevo impulso para este cultivo, que, ahora sí, ha tomado impulso en detrimento de otros, como el caqui y de la amada clementina.