CASTELLÓ. Llega hasta mis oídos que en el IX Certamen Nacional de Teatro Amateur de Piornal (Cáceres) la Compañía Amigos del Teatro de Castellón ha ganado tres galardones: premio especial del público por la obra, Un mes tú, un mes yo, mejor actor protagonista para Vicente Rodrigo y mejor actor de reparto para Antonio Arbeloa. Tras conocer esta noticia no puedo evitar sentir un profundo deseo de conocer más sobre la compañía y su actividad en el mundo del teatro amateur.
Charlo con Antonio Arbeloa, actual director de la compañía sobre todos los proyectos en los que se encuentra la compañía, que no son pocos. La Compañía Amigos del Teatro de Castellón no es flor de un día, lleva cuatro décadas desbordando pasión por la interpretación sobre las tablas. Y es a principios de la década de los 80 cuando nace. “En el año 82 con ex alumnos del Instituto Penyagolosa refundamos Amigos del Teatro, y digo refundamos porque antes llegó a existir”, señala, Arbeloa. “Y un señor llamado, Pedro Díaz, que ya murió, nos dirigió en el Instituto Penyagolosa, y cuando salimos del instituto pues ya no teníamos posibilidad de hacer teatro a nivel de instituto y entonces nos juntó a unos cuantos y refundó el antiguo Amigos del Teatro que viene de la dictadura. Ya nace como una asociación democrática en 1983”.
Arbeloa se hace cargo de la dirección a mediados de los 90. “En 1993 ya tomo yo la dirección del grupo”. Uno de los secretos para su éxito, más allá de la calidad de sus obras, es la de haberse federados, presentarse a todos los certámenes y muestras que el tiempo les permita. Un trabajo arduo, de verdadera pasión por el teatro. “Nosotros siempre habíamos actuado a nivel local, provincial y autonómico, hubo unos años que estuvimos en la Federación Valenciana del Teatro Amateur, tenía poca visibilidad; pero desde hace ya tres años, justo antes de la pandemia, nos volvimos a federar, y ahora la federación tiene mucha fuerza y a través de ella recibimos información, no solo de certámenes autonómico, sino también de todo lo que acontece a nivel nacional”, comenta.
No se cerraron a actuar en la Comunitat, algo habitual en compañía amateur por una cuestión económica y de tiempo. Arbeloa y los suyos optaron por salir fuera, darse a conocer, actuar donde pudieran. Salir a buscar otros públicos. “En principio no pensábamos salir del ámbito autonómico, pero recibimos a través de la Federación información de una muestra, que se llama, Muestra José Sacristán, en Madrid, y dijimos: vamos a pedir información, y enviamos el video de Lo que deja el Ficus cuando se poda y, qué sorpresa la muestra nos cogieron”
Y eso fue una semana antes de que España se cerrara. “Y tuvimos la representación el sábado anterior al decreto del confinamiento; con lo cual fue arrancar a nivel nacional y parar en seco durante la pandemia”, recuerda.
Con todo, la obra debió gustar bastante pues el programador decidió compartirla con otras muestras y ahí comenzaba el despegue de esta interesante historia. Una mezcla de suerte y trabajo bien hecho. “El programador de allí tuvo la buena idea de meter el video, con nuestro permiso en una red de programadores de muestras, y una vez pasada la pandemia ha sido un no parar”, comenta.
Dos años de gira, cientos de representaciones y un sistema bien elaborado para conseguir cerrar su participación en más certámenes, ese es otro de los secretos, que al final obedecen a trabajo y esfuerzo. “Nos presentamos a todos los certámenes nacionales, hemos creado ya un sistema informático a través del certificado digital para presentarnos a todas las muestras y certámenes, nos seleccionan en muchas. Ha sido un no parar. Llevamos una gira permanente de dos años”
La compañía lleva tres obras a la vez; es decir, inscribe las tres obras que ahora están representando. Una locura, pero muy bien organizada. Por un lado, dos actores en Un mes tú, un mes yo; por el otro, Lo que deja ver el Ficus cuando se poda, y por último su último montaje, un proyecto ambicioso, Mortis Causa. “Tenemos la suerte que Amigos del Teatro tiene el dramaturgo en casa, con lo cual el tema de derechos de autor lo tenemos cubierto”, ríe Arbeloa. En la compañía la suma de obras teatrales ha sido algo natural, progresivo. “Un mes tú, un mes yo, la teníamos hecha hace tiempo, incorporamos Lo que deja se ver el Ficus, y este mes de enero hemos estrenado Mortis Causa, es el último montaje que hemos incorporado a nuestro repertorio”
Sobre esta última obra me asalta una duda, porque el 21 de abril, Antonio Arbeloa estará en la Librería Argot presentando su último libro, El Cuadro Azul. Un texto que luego se adaptará a obra teatral en Mortis Causa. “La obra de teatro de El Cuadro Azul es texto dramático, lo escribo en pleno confinamiento, fallece mi madre y justo la noche del fallecimiento de mi madre me pongo a escribir El Cuadro Azul”, apunta. “Es un tema que trata sobre la muerte y los trámites funerarios. Escribí el texto pero me parecía un texto demasiado literario y poco representable. Entonces un amigo mío, profesor de la Universidad de literatura castellana, Javier González, la cogió y me hizo una adaptación maravillosa que es Mortis Causa”, aclara Arbeloa.
Y es el propio Javier González el encargado de tomar el timón en la dirección de la obra. “Nos la adapta y la dirige, la primera versión la dirige él, ahora yo ya asumo la dirección. La primera adaptación que se estrenó en el Teatro del Raval de Castellón ha sido de él. La hemos hecho cuatro o cinco veces, todavía no la hemos incorporado a certámenes y muestras nacionales, pero es nuestro próximo proyecto”
El libro merece mucho la pena porque en él puedes leer tanto el original y su adaptación, algo fantástico para comprobar la evolución y cambios en el texto hasta su transformación en una obra de teatro. “El libro incluye los dos texto: incluye El Cuadro Azul y su adaptación, Mortis Causa, representaremos alguna escenita allí”.
Me adentro junto a Arbeloa en cómo es un día de una compañía de teatro amateur cuando tiene función, sobre todo cuando tienen que desplazarse. “Empieza desde el momento que ya nos seleccionan y ya nos dan fecha, entonces empezamos a movernos a nivel logístico, buscar alojamiento económico por la zona. Se alquila la furgoneta para ese día o día anterior, el día anterior quedamos los miembros del grupo, cargamos la furgoneta, si hace falta un coche auxiliar, un coche auxiliar”, comenta.
Está claro que cada montaje es diferente y con tres obras en su repertorio para cada uno se necesita un despliegue diferente. “Y ya depende de la obra, por ejemplo; El Ficus lleva un montaje más costoso, puesta estamos el día anterior o el mismo día si se trata de Un mes tú, un mes yo, que es la más llevadera y la que está cosechando un éxito que yo no esperaba que pudiera ocurrir, pero ya son 152 representaciones, cantidad de premios; sobre todo premios del público, de jurados también, pero del público más”.
Ya en el teatro, ese lugar donde la representación de la obra cubría de magia durante unas horas la vida de la gente, los últimos retoques son necesarios. “Nuestro técnico se pone en coordinación con el técnico del teatro, hacemos el montaje, las pruebas del sonido, si da tiempo una prueba de ensayo mínima y luego ya vamos a caracterización y calentamiento de voz y la representación y luego ya al hotel”
Una compañía amateur, que trabaja en el teatro por pura pasión y devoción, debe ser más compleja de llevar, más que nada por los avatares de la vida, y por no ser su actividad principal. “Ha habido momentos críticos para la asociación, la época de tener hijos y la etapa en que nuestros padres nos necesitan a nosotros y ya hemos pasado esas dos crisis, ya hemos pasado los cincuenta y ya estamos un poco libre de esas obligaciones familiares”, apunta.
Con la enorme ristra de premios y galardones que han ido obteniendo la compañía, con la que podría rellenar varias estanterías, seguro que hay alguno especial, quizás el primero. “Me quedaría con el primero premio gordo que ganamos, que era el Dos Hermanas, Sevilla, que ganamos el certamen, el compañero ganó el mejor actor, yo el mejor guión original y ganamos además el del público también, fue una pasada”