CASTELLÓ. El Gobierno de Sudáfrica ha llevado a la Unión Europea ante la Organización Mundial del Comercio por la aplicación del tratamiento en frío para la naranja del país. Según han informado varios medios de comunicación locales después de que lo haya hecho la patronal de exportadores del país, el Departamento de Comercio y Competencia sudafricano ha presentado una solicitud de consulta con la UE ante la OMC.
A tenor de lo que transmiten los medios locales, el ejecutivo africano ha detectado "21 inconsistencias en las nuevas medidas fitosanitarias" impuestas por la UE para la importación de naranjas sudafricanas. Pero en realidad lo que trata de hacer el Gobierno africano es presionar para que la aplicación de esta medida contra la Thaumatotibia leucotreta no perjudique a sus empresas.
No en vano, no es la primera medida de presión que ejerce el Gobierno del país. Tanto es así que la semana pasada el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, recibió al del Consejo de la Unión Europea (un órgano consultivo del Ejecutivo comunitario), Charles Michel, con el que departió sobre cítricos, entre otras cuestiones.
Y detrás de todo esto se encuentra la situación de auténtico caos que están viviendo los exportadores sudafricanos, agrupados en la Citrus Growers' Association, para remitir su fruta a Europa, anunciada ya por este diario. Según ha trasladado el propio consejero delegado de la organización, Justin Chadwick, actualmente en los puertos europeos hay retenidas y pendientes de destrucción unas 48.000 toneladas de cítricos que han llegado al Viejo Continente con posterioridad al 14 de julio, la fecha a partir de la cual la naranja sudafricana ya debía haber superado el tratamiento en frío... pero no lo ha hecho.
Los exportadores de Sudáfrica ya se temían esta situación, y de hecho mostraron desde el primer momento su más absoluta repulsa a la aplicación del tratamiento para evitar la llegada de fruta con la falsa polilla. Y ahora tratan de presionar al más alto nivel para revertirla.
Según medios locales, el argumento de Sudáfrica es que la Organización Mundial del Comercio "requiere específicamente un proceso de seis meses para la implementación de una nueva medida" fitosanitaria, un mensaje que el propio Chadwick ha trasladado a los medios, actuando prácticamente como portavoz del Gobierno.
Ahora habrá que ver si prospera esta denuncia ante la Organización Mundial de Comercio. En caso contrario, mucho deberían cambiar las cosas para que Sudáfrica reconduzca la situación y adecue sus envíos al protocolo impuesto por Bruselas. Actualmente está en el inicio de su campaña de exportación... y el grueso todavía está por llegar.