CASTELLÓ. Más de 200 mujeres, superando las previsiones iniciales, han abordado este sábado en el II Congreso de Mujeres de Castelló, organizado por la Concejalía de Feminismos del Ayuntamiento de Castelló en el Auditori i Palau de Congressos, las reivindicaciones para una igualdad real entre mujeres y hombres y el camino hacia su conquista. La cita ha analizado cómo hombres y mujeres han sido socializados de forma diferenciada en una doble verdad en la que las mujeres, en completa desigualdad, han salido perdiendo y no han tenido voz para decidir qué es bueno para ellas frente a la trampa del patriarcado.
La jornada, enmarcada en el III Plan Municipal de Igualdad entre Mujeres y Hombres y el Pacto de Estado contra la Violencia de género, ha contado con las intervenciones de la filósofa Ana de Miguel y la experta en pedagogía terapéutica y coeducación emocional Charo Altable.
La concejala de Feminismo, Verònica Ruiz, ha destacado "el cuerpo como lugar político donde hacer frente al patriarcado y como espacio para el feminismo donde hacer frente al patriarcado y donde poder inscribir otra cultura para el cambio donde inscribir nuestra autonomía". "Abordamos cómo la desigualdad atraviesa nuestros cuerpos, los cuerpos de las mujeres, donde se construye la cultura androcéntrica y donde se proyectan las interpretaciones patriarcales a lo largo de nuestra socialización", ha señalado Ruiz.
La regidora ha insistido, aun así, en que "hay que seguir caminando juntas, fuertes, reafirmadas, empoderadas desde la sororidad y la reivindicación para desenmascarar, hacer frente y combatir el machismo, frenando los negacionismos". Y ha instado a "seguir la hoja de ruta feminista donde hay que desenmascarar al falso concepto de la tradición que quiere justificar la violencia machista, el acoso, la cultura de la violación y la concepción troglodita de los cuerpos de las mujeres como objetos de transacción económica y de deseo desprovistos de voluntad propia. Un camino en que tendremos que desenmascarar esa doble verdad, esa tiranía de modelos que nos impone el patriarcado, porque Castelló será feminista o no será".
La filósofa Ana de Miguel ha reflexionado en su conferencia sobre La doble verdad que atraviesa la vida de las mujeres alrededor de la idea de las elecciones vitales de las mujeres, determinadas por la cultura que las ha socializado. "Una cultura que cierra una doble verdad, con normas morales y finalidades vitales diferentes para mujeres y hombres; una doble verdad que ha ido transformándose a lo largo de la historia, pero que en ningún caso ha desaparecido", ha explicado. "El problema es que a las mujeres nunca se nos ha permitido opinar sobre qué es una buena vida para nosotras; los hombres siempre han decidido, y esa desigualdad no ha desaparecido todavía, por eso tenemos que continuar trabajando desde el feminismo, que es una manera de decir basta", ha insistido.
La profesora y experta en coeducación emocional Charo Altable ha destacado en su conferencia Transformando emociones y sentimientos para el cambio cómo "la desigualdad atraviesa los cuerpos de las mujeres, y ese deber imperativo de que tiene que ser nuestro cuerpo es una violencia que operará durante toda nuestra existencia, una violencia que convierte nuestro cuerpo en objeto para gustar y dar placer a otros y descentraliza nuestro deseo como sujeto en primera persona para centrarse en el deseo del otro". El congreso ha finalizado con un taller 'Encarnando el mito de Psique y Eros en clave no patriarcal', a cargo de Altable.