CASTELLÓ. El Museu d'Art Contemporani de Vilafamés (MACVAC) ha enviado a Chile las obras que faltaban por entregar al Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA). Dieciocho pinturas y esculturas que hace casi cincuenta años un grupo de artistas españoles quiso donar a la institución como un acto de solidaridad frente al golpe de estado de Augusto Pinochet. Una donación que nunca llegó a ser posible, porque el régimen dictatorial frenó cualquier entrada de arte.
La dictadura supuso, también, el cierre del museo, que nacío en 1971 bajo el respaldo de la democracia chilena y gracias a la solidaridad de artistas de todo el mundo. Eran muchas las obras que estaban listas, en efecto, para ser expuestas en el país. Así que, ante la imposibilidad de poder hacerlo, se buscaron otros espacios y ciudades donde pudieran mostrarse, como una forma de visibilizar el repudio al régimen y manifestar que la dictadura no triunfaría sobre la libertad de expresión artística.
Uno de esos lugares fue el Macvac. La buena relación de su creador, Vicente Aguilera Cerní, con el crítico de arte que había ayudado a impulsar el Museo de Allende, José María Moreno Galván, hizo que este municipio castellonenses terminara custodiando una colección de gran valor, no solo artística, sino también social. Si bien, esa colección tendría algún día que llegar al lugar para la que se creó.
Desde su reapertura en 1991, el MSSA ha desarrollado una línea de rescate y restitución de aquellas obras que, habiendo sido donadas al pueblo de Chile por sus creadores, no llegaron al museo por diversas razones.
De las centenares españolas que ya habían sido trasladadas, faltaba una colección de 18 obras que quedaron rezagadas a desconocimiento del Museo de Vilafamés, el cual fue conocedor de su pertenencia gracias a una invitación llevada a cabo entre 2015 y 2021. "El descubrimiento de la obra 'Expediente policial roto y sin embargo archivado (1976), de Concha Jerez, en el Macvac, por parte de una galerista española fue lo que hizo reactivar la búsqueda e impulsar la repatriación del conjunto que faltaba", explicó años atrás la misma directora del Museo de Allende, Claudia Zaldívar.
En un primer momento, el traslado de las obras estaba previsto para 2018, cuando el museo organizó incluso una exposición -bajo el título Solidaridades- en la que se despedía de la colección ante su inminente regreso al Museo de Allende. Pero, por complicaciones en su gestión, el proceso se suspendió de nuevo.
Lo que nadie sabía entonces es que, afortunadamente, este parón serviría para descubrir nuevas obras. Y es que, en un primer momento se localizaron únicamente 12 de las 18 piezas que en total custodiaba el Macvac, y las cuales han sido identificadas estos últimos años.
Con esto ya resuelto, las obras han viajado, ahora sí, a Chile. Y antes de su traslado, todas han sido restauradas por el Servicio de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Diputación de Castellón.
En cuanto, al propio traslado -como cuenta su directora Rosalía Torrent- solo llevarlas hasta Madrid ha sido todo un reto. "Hemos tenido que diseñar cajas individuales de gran formato para cada cuadro", explica la profesional. Un gasto que, en este caso, ha asumido Generalitat, mientras que el envió desde Madrid hasta el Museo Allende ha sido asumido por la propia embajada chilena.
Es aquí, en la embajada, donde las obras pertenecen en la actualidad, hasta que dentro de unos días puedan ser llevadas al Museo de la Solidaridad Salvador Allende como un día sus creadores desearon. Las piezas, ahora rescatadas, pertenecen a Pascual Blanco, Dolores Massieu Verdugo, Ricardo Carpani, Remegio Mendiburu, Joaquim Chancho Cabré, Fernando Mirantes Martín, José Luis de Dios, August Puig, Juan García, José Manuel Rodríguez Arnaez, Rogelio García Vázquez, Rafael Santana Monagas, Concha Jerez, Leandro Silva, Antón Lamazares, María Luisa Semper, Javier Urquijo e Ignacio Yraola Asín.