CASTELLÓ. El megacontrato del Ayuntamiento de Castelló para el mantenimiento del alumbrado público contempla las futuras urbanizaciones de sectores asociados al desarrollo del Plan General. Las cifras del expediente no dejan indiferente a nadie. Para empezar, la prestación abarca un extenso intervalo de tiempo, el que va del 1 de julio de 2022 al 30 de junio de 2026, con posibilidad de una prórroga de un año.
Asimismo, el presupuesto por cada ejercicio (entiéndase periodo natural) asciende a 1,5 millones de euros, lo que significa un valor estimado de 7,5 millones. El número de farolas incluidas en el servicio supera las 26.000. Algunas zonas especialmente densas son el Parque Litoral, la avenida del Mar, la Ciudad del Transporte, la plaza Josefina López o el anillo de circunvalación, que suman más de 2.000 instalaciones. Además, se contemplan componentes auxiliares como soportes, las secciones de líneas, centros de mando o arquetas.
La conservación de las luminarias implica tanto la verificación de su correcto funcionamiento como la reparación de cualquier avería, independiente de su gravedad y tipología. Del mismo modo, se establece un control rutinario sobre el encendido y apagado automático, que varía en función de la estación del año y de la luminiscencia. Al respecto, la adjudicataria se compromete a examinar regularmente que la luminosidad de cada lámpara cumpla con lo establecido por la normativa vigente.
El pliego de prescripciones técnicas distingue entre los trabajos periódicos y de prestación continua y los no periódicos. Los primeros son los considerados rutinarios, comprobando diariamente el estado de las luminarias. En el caso de detectarse una anomalía, el tiempo máximo de respuesta no debe superar las 24 horas. Los segundos obedecen más a cuestiones sobrevenidas y de mayor complejidad, como actos vandálicos, reposición por accidentes de tráfico o instalaciones provisionales. En este último caso, se trata de eventos y actos festivos. Por ejemplo, se consideran determinados servicios de apoyo para el traslado e instalación de los monumentos gaiateros durante la celebración de la Magdalena.
Por otro lado, el contratista debe aportar el personal necesario para la buena ejecución de los servicios de conservación y mantenimiento, estableciéndose un mínimo de 19 personas adscritas al contrato. Dicho personal tendrá las condiciones de aptitud y práctica requeridas de acuerdo con la prestación.
En cuanto a los recursos materiales, la adjudicataria tiene que acreditar la titularidad de dos furgonetas, de capacidad suficiente, para el adecuado transporte de los productos, equipos y herramientas necesarias para la ejecución del presente servicio. De igual forma, debe garantizar la disponibilidad de un local. Por último, para la realización de zanjas, calas y cualquier otro trabajo de obra civil en vía pública, resulta preceptivo el correspondiente detector de redes y averías subterráneas en propiedad o régimen de arrendamiento, de manera que se identifique rápidamente el punto donde se encuentra la avería.
Las empresas interesadas en el megacontrato tienen de plazo hasta el 27 de junio para formalizar sus propuestas. Aunque se señala que la prestación arranca el 1 de julio, lo cierto es que esa fecha, presumiblemente, se verá modificada en vista de que la baremación de las ofertas, con tres plicas distintas, y la firma del contrato se alargarán en el tiempo.