CASTELLÓ. La pareja formada por Rafael Bodí y Gloria Sepúlveda inauguraron un 26 de mayo de 1980 el restaurante Rafael en el Grau de Castelló. Durante tres décadas se convirtió en el espacio gastronómico de más relumbrón del distrito marítimo, siendo un punto neurálgico de lo más granado de Castelló...y de fuera. En sus mesas se sentaron personajes conocidos como el conde de Barcelona, Don Juan de Borbón. En 2005, el matrimonio cedió el negocio a la plantilla y, tras varios vaivenes, en 2019 aterrizaban como nuevos socios el exministro Juan Costa y los empresarios Juan Antonio Baigorri y Vicente Montesinos. Ahora, el restaurante Rafael busca nueva vida.
Desde la pandemia se encuentra cerrado y la sociedad que lo regenta -restaurante Rafael SL- quiere traspasarlo. En la sociedad solo queda actualmente el exministro de Ciencia del PP, Juan Costa. Los tres empresarios quisieron hace seis años darle un empujón al emblemático restaurante que había sido lugar de reunión de empresarios y de dirigentes del PP, y al cual le tenían especial cariño.
El edificio sigue siendo propiedad de los fundadores del Rafael mientras el restaurante fue traspasado en 2005. Primero tomaron las riendas cuatro trabajadores, y luego, en 2018, entraron en la empresa Costa, Baigorri y Montesinos, que realizaron una segunda inauguración del restaurante, insuflándole nuevos aires manteniendo su identidad.
Pero estos planes no salieron como tenían previsto. Entonces la oferta culinaria del Grau había crecido y habían surgido otros restaurantes de primer nivel. En 2020 llegó la clausura obligada por la pandemia y desde entonces se encuentra en punto muerto.
Costa parece que no tiene interés en reabrirlo y por ello busca un nuevo inversor del negocio. Así, ha realizado un anuncio público en el que informa que ofrece el traspaso del restaurante Rafael "con licencia y totalmente amueblado". La entrada de nuevos accionistas podría suponer el resurgir del emblemático local, aunque de momento no hay noticias de ello.
Al margen de los últimos movimientos, el restaurante Rafael permanece en la memoria del Grau. Sus paredes guardan un sinfín de experiencias y encuentros.
La dirigencia política y empresarial, artistas, deportistas o toreros probaron sus platos. "Alfredo Landa quería siempre repetir", recuerdan de entonces. Uno de los comensales fue Don Juan de Borbón, abuelo de Felipe VI. El Rey Emérito estuvo a punto también de estar. Durante una visita a una regata en el Grau se interesó pero no lo hizo porque eran fiestas de San Pedro y por temas de seguridad se recomendó que no fuera por la afluencia de gente.
Rafael se erigió en un restaurante de moda de primer categoría, destacando su pescado y marisquería. También degustaron sus productos Melanie Griffith, Antonio Banderas, Curro Romero, Lola Herrera o Álex Corretja. Al mismo tiempo, era un punto de celebraciones de industriales y políticos locales y nacionales, entre otros, el expresidente del Gobierno, José María Aznar, probó sus productos.
Rafael empezó en la hostelería en los años 60 en la Tasca del Puerto, bajo la dirección de Tomás Suliano. Después, junto a su esposa, decidió montar su propio negocio, en la calle Churruca del Grau. El inmueble que albergaba el restaurante conserva el nombre en la fachada mientras la persiana continúa bajada.