CASTELLÓ. Las calles del centro de la ciudad -y por la tarde los viales cercanos al estadio de la Cerámica- han sido el escenario elegido por el PP de Vila-real para una acción política diferente: una 'perfomance' con varios actores que iban disfrazados de los típicos emoticonos de móvil... para criticar al alcalde.
Se trata de una de las primeras acciones del PP de Vila-real después del congreso local que se celebró en verano del año pasado y donde se hizo una transición tranquila entre el actual portavoz, Héctor Folgado, y su número dos, Adrián Casabó, proclamado sucesor en la localidad.
En la pequeña 'performance' que se hizo ayer, los populares aprovecharon para intentar llamar la atención de los vecinos y criticar la gestión del alcalde, José Benlloch. Además, dos teléfonos móviles emulaban la "desconexión" del alcalde frente a la "conexión" de Casabó con Vila-real.
La acción llamó la atención de los vecinos que pasaban por la calle a esas horas ya que el sábado es día de mercado en el centro y, por la tarde, además, el Villarreal jugaba en casa en la Cerámica contra el Mallorca, lo que también conlleva mucho movimiento de gente en la calle.
El reto del PP en Vila-real es mayúsculo ya que en las pasadas elecciones, el alcalde (del PSPV) sacó más del doble de sufragios que el PP con 10.378 votos frente a los 4.610 de los populares. Unas cifras que desde el PP confían en que sea el suelo electoral del partido y que de cara a las próximas elecciones puedan gobernar, pactando con otros partidos del bloque de la derecha.
En el caso del PSPV, Benlloch ha ido mejorando los resultados y es uno de los pocos alcaldes con tan buenos resultados entre los socialistas al disponer de una holgada mayoría absoluta. De ahi que, a falta de año y medio para las elecciones locales, desde el PP hayan querido activar ya la maquinaria de cara a las próximas elecciones que serán en mayo de 2023.