CASTELLÓ. (EP). La diputada provincial y presidenta provincial del Partido Popular de Castellón, Marta Barrachina, propondrá un Plan de Promoción de la Reforma y la Rehabilitación de Vivienda desde la Diputación de Castellón con el fin de contribuir al parque de inmuebles de los municipios del interior castellonense y, de ese modo, conseguir combatir la despoblación y generar actividad económica.
Así lo ha anunciado Marta Barrachina en el transcurso a una visita realizada al municipio de Matet, en la comarca del Alto Palancia, donde analizó junto a su alcaldesa Rosa María Guillermo alguno de los problemas que afectan a la localidad, caso del gran envejecimiento del parque de viviendas.
En su opinión la despoblación se debe combatir "con medidas imaginativas y ambiciosas, ajustadas a los problemas reales y actuales que arrastran los pueblos del interior de nuestra provincia. El envejecimiento del parque de viviendas de estas localidades es uno de ellos. Casas que se han quedado anticuadas y que no se ajustan a las nuevas necesidades de la sociedad actual, ya sea en materia de habitabilidad, confort o accesibilidad", ha apuntado la diputada provincial.
Por este motivo, a petición de la alcaldesa de Matet, y en la misma línea que le trasladado otros municipios con los que se ha reunido en los últimos días, Barrachina ha anunciado que el PP va a plantear a la Diputación de Castellón la puesta en marcha en los presupuestos de la institución para 2022 de un Plan de Promoción de la Reforma y la Rehabilitación de Vivienda para "buscar soluciones y hacer más habitables estos pueblos para sus actuales vecinos y más atractivos de cara a futuros residentes, a la vez que se genera empleo y se dinamiza la actividad económica", ha subrayado.
La propuesta de ayudas que propondrá la diputada provincial y presidenta del PPCS al bipartito del PSOE y Compromís asciende a una línea de 3 millones de euros y que iría dirigida a municipios de 5.000 habitantes o menos de la provincia de Castellón.
Estas ayudas estarían enfocadas tanto a la adaptación de las edificaciones a personas con problemas de movilidad reducida y dependientes, para que no tengan que abandonar sus domicilios; como a la recuperación de aquellas en manos de particulares que se encuentran en estado de ruina, logrando que los ayuntamientos también pongan de ese modo solución a los problemas de seguridad de sus cascos urbanos, al tiempo que se mejora la imagen de las poblaciones.
"Contribuiremos así a fijar la población actual y ofreceremos facilidades a aquellos que quieren dar el paso y trasladar su residencia al interior, una sensibilidad que está al alza desde que se detectó la pandemia, pero que se encuentra con muchos problemas, precisamente por los graves problemas de vivienda que existen y la falta de medios para afrontarlos", ha concluido Marta Barrachina.