CASTELLÓN. El diputado del PSPV-PSOE en la Diputación de Castellón, Fernando Grande, considera que el auto de la titular del juzgado de Instrucción número 4 en el que se dice que la magistrada aprecia la existencia de posibles irregularidades urbanísticas que podrían haber desembocado en un enriquecimiento ilícito de Francisco Martínez, “resume de manera muy clara lo que ha sido la mayor parte del periodo de tiempo durante el que el Partido Popular ha estado al frente de la Diputación de Castellón”.
Grande recuerda que aunque los hechos a los que se refiere el auto tienen que ver con su gestión como alcalde de Vall d’Alba, “no podemos olvidar que durante casi 20 años, entre 1995 y 2014, Martínez hizo y deshizo a su antojo en la Diputación, donde fue todopoderoso número 2 de los presidentes Fabra y Moliner”. Desde el PSPV se califica esta época como "un tiempo político presidido por el oscurantismo y las irregularidades, que finalizó con la condena del propio Martínez por haber maquinado desde su puesto de vicepresidente de la corporación provincial, con la intención de obtener importantes beneficios económicos de índole particular en el proyecto de construcción de una depuradora en Borriol".
“Irregularidades que también fueron habituales en Vall d’Alba, donde Martínez actuaba presuntamente con total impunidad por su condición de alcalde y número 2 en la Diputación y en el Partido Popular en la provincia de Castellón”, señala Grande. “En aquellos años, Martínez hacía lo que le venía en gana, algo que todo el mundo sabía en Vall d’Alba; es lo que también sospecha la magistrada del juzgado de Instrucción número 4 de Castellón, quien cree que el exalcalde, ya condenado por corrupción, se servía de la información privilegiada a la que podía acceder por su condición de primer edil para comprar fincas que posteriormente eran recalificadas y revalorizadas”.
Fernando Grande cree que “en la provincia de Castellón han pasado demasiadas cosas desde que el Partido Popular se hiciera con el control de la Diputación en 1995, tantas que, después de casi 24 años, resulta imprescindible una alternancia en la Diputación de Castellón, que destierre definitivamente de nuestra provincia unas maneras de hacer política que no parecen propias de este tiempo”. El diputado provincial socialista, que también es portavoz del PSPV-PSOE en Vall d’Alba y la persona que denunció las presuntas irregularidades de Martínez, añade que los hechos ocurridos durante estos años “han sido gravísimos; el alcalde Martínez se sentía especialmente protegido y en el pueblo casi nadie era capaz de enfrentarse a él; los pocos que lo hicimos lo hemos pagado muy caro durante largos años, un tiempo en el que nosotros y nuestros familiares hemos sido perseguidos y señalados y, en el que, por supuesto, acabamos perdiendo nuestro puesto de trabajo”.