El PSPV de Castellón 'se rebela' ante Ferraz y prefiere cerrar las listas municipales en marzo 

CASTELLÓ. El PSPV de Castellón discrepa de los plazos marcados por el Comité Federal (Ferraz) para aprobar las listas de cara a las elecciones municipales de 2023. Las agrupaciones locales consideran perjudicial cerrar las candidaturas en diciembre, cuando siempre se ha hecho en febrero o marzo del mismo año del plebiscito La reclamación de los colectivos socialistas cuenta con el respaldo del Comité Ejecutivo Provincial, cuyo secretario general y alcalde de l'Alcora, Samuel Falomir, cree que anunciar los equipos de los alcaldables tan pronto puede ocasionar un problema de gobernanza para los municipios. Un pensamiento que igualmente defienden otros barones.

En realidad, no se trata de una reivindicación exclusiva de las comarcas castellonenses. Tanto las agrupaciones de la provincia de Valencia como los de la de Alicante coinciden en la necesidad de varias el calendario marco, que establece que entre el 16 de noviembre y el 15 de diciembre aquellos municipios de más de 20.000 habitantes deben celebrar sus cónclaves de listas. En el caso de las localidades con una población inferior, la fecha máxima se alarga hasta el 12 de enero.

El precedente de 2019 

En 2019, salvo alguna contada excepción, las listas empezaron a aprobarse dos meses y medio antes de las elecciones. Por ejemplo, en la capital de la Plana, la alcaldesa, Amparo Marco, comunicó la composición de su equipo a principios de marzo. Lo hizo tras celebrarse una asamblea consultiva, no vinculante, para votar a los integrantes de la candidatura. Esas votaciones sirvieron como referencia para el diseño final, así como para constatar la voluntad de la militancia de apostar por una línea continuista. Eso sí, hubo ciertos cambios respecto a la disposición de los 27 elegidos (más tres suplentes), ya que no se ajustó del todo al orden de acuerdo a los apoyos recibidos.

Según el calendario de primarias acordado por el PSPV, los alcaldables de la Comunitat se oficializarán el 27 de octubre, una vez el proceso orgánico haya llegado a su fin. A partir de ese momento, y en función de la cifra de habitantes de cada municipio, las Ejecutivas locales tendrán hasta diciembre o enero para confeccionar las listas municipales. 

Para los principales líderes socialistas, ese tope genera más inconvenientes que ventajas. De ahí la petición a Madrid de alterar las fechas. Entre los contratiempos, además de la cuestión estética, se pone el acento en las tensiones internas que surjan entre los ediles que repitan y los que no. Con varios meses por delante hasta la celebración de los comicios, esos roces pueden afectar incluso a la aprobación de temas de especial relevancia, como unos presupuestos en el postrero pleno del año.

La hoja de ruta diseñada por Ferraz, y que la federación valenciana no comparte (no es la única), establece que para el 28 de enero de 2023 deben estar resueltos las candidaturas municipales y autonómicas. De hecho, tres días antes, las listas tendrán que pasar por el filtro de la Comisión Federal para hacerse públicas.

En las últimas convocatorias con las urnas (2015 y 2019), nunca se programó un calendario con los tiempos tan acotados. Hasta ahora siempre se había dejado un mayor margen, dentro de lo que contempla el reglamento de estatutos, que evoluciona con cada sufragio.