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El programador castellonense da un impulso a estos microordenadores primigenios

El renacer de los juegos 'homebrew': Raül Torralba inventa un desarrollador para ZX Spectrum

9/06/2024 - 

CASTELLÓ. Cuando era pequeño y jugaba con mis videoconsolas siempre soñé con la sublimada idea de hacer uno de esos juegos con los protagonistas que quisiera. Algo diferente. Un juego de plataformas con alguna película que me gustase, uno conversacional con mis amigos como protagonistas o uno de lucha con personajes inventados. ¡Aquello molaba mucho! ¡Imagínate poner a tu primo de protagonista en un laberinto con gemas y monstruo final! No sabía la enorme dificultad que conllevaba aquello. Ahora todo se ha simplificado mucho a la hora de crear un juego y entre todas esas herramientas destaca el excelente trabajo de Raül Torralba, programador afincado en Castelló con ZX Spectrum Game Maker, una herramienta que facilita la creación de un videojuego para ese microordenador.

Antes de llegar a la creación de esta herramienta, vayamos atrás en el tiempo y recordemos aquellas tardes delante de la pantalla de ZX Spectrum embobados. Torralba señala lo que significó la llegada a España del microordenador, y también lo que supuso para él. "La verdad es que me marcó bastante, como a muchas de las personas que son más o menos de mi quinta, incluso un poco más mayores", apunta. "Esa época fue un poco lo que nos introdujo en este mundillo". Torralba, como muchos otros, encontró su vocación en aquellas tardes, "y lo típico, intentabas hacer los programitas que venían en el libro y era como un mundo que me encantaba", recuerda.

La sencillez de los inicios

Los juegos para microordenadores, debido a las restricciones de la misma máquina, conllevan menos elaboración al diseñar que los juegos que llegaron después con sistemas más avanzados. Ese es uno de los factores por los que atravesamos actualmente una época de esplendor en los juegos homebrew, realizados habitualmente por una sola persona de forma amateur. "Es un tema muy, digamos, característico de los microordenadores, en Spectrum se hacían muchísimos juegos por una sola persona: Spectrum, Amstrad CPC, MSX eran los primeros sistemas. En la Nintendo, NES, por ejemplo, que sería el salto siguiente, es raro ver un juego que solo lo haya hecho una persona. ¿Por qué? Porque los sprites, los fondos, las melodías... todo lo puedes mejorar y entonces ya lleva más trabajo". "Hablando de la Nintendo, NES, lo normal es que mínimo fueran cuatro o cinco programadores, ya era un equipo para hacer un juego decente", apunta.

Tras la creación de un primer juego, Torralba decide aportar una herramienta que simplifique el proceso de elaboración de un videojuego para que sea accesible a todo el mundo que desee hacer uno. "Comencé a hacer pruebas con distintas librerías que existentes y al final di con un grupo de desarrollo español que tiene un compilador que se llama ZX Basic Boriel, toda la comunidad existente en este grupo facilita mucho la formación de la gente que llega nueva a este compilador", señala.

Raül comenzó a trastear con el compilador, aquello era un juguete nuevo y para un desarrollador, una gozada. Tras esas pruebas se le ocurrió que se podría hacer algo para no tener que volver a programar cada vez los mecanismos de los juegos. Explica el desarrollador con verdadera pasión, pero también con sencillez: "Por ejemplo, cuando haces un juego tienes que calcular cuándo el sprite (personaje principal) choca contra un tile (un elemento), que es sólido, lo suyo es para cada vez que hagas un juego no tener que rehacer ese código". 

La clave: poder hacerlo de forma rutinaria

La clave era desarrollar la posibilidad de guardar esa línea de código y reaprovecharla para otro momento y no tener que repetir todo el rato la orden escrita. "Claro, eso se puede hacer de una manera muy sencilla, como guardártelo en una carpetita e ir copiando y pegando, o le puedes ir dando vueltas e intentar generalizar el tema. De manera que de ahí surge un poco la idea de decir, bueno, voy a coger una herramienta, que me permita colocar las cosas en el escenario y pueda después plasmarlo en el juego. Tuve la suerte de que existe una herramienta gratuita que se llama Tiled. Tiene una comunidad bastante buena que también me ayudaron con algunas cosillas, y esa herramienta exporta un formato que es interpretable por programación, cojo ese formato, lo paso a ZX Basic y ya lo tengo. Si quiero hacer una pared, la pinto, exporto y cojo de ahí. Esa es la idea", explica.

ZX Spectrum Game Maker es como el paquete Office, en él se puede encontrar todas las herramientas para la creación de un videojuego sin tener que buscar más. Ahí tienes lo imprescindible. "Una vez metido ahí, lo siguiente que queda es intentar hacerlo todo desde ahí. Porque otra cosa que yo tengo en foco es no liar a la gente con muchas herramientas. Para pintar pantallas esta, para colocar enemigos esta otra, para no sé qué esta otra. En la medida de lo posible aunarlo todo en una herramienta. Y así, pues dándole vueltas, es como surgió el tema", recuerda.

La mejor satisfacción, el feedback positivo

Así ha dado un impulso a esa vocación de todo aficionado por querer hacer su propio juego, con su historia, personajes, escenarios… pero que finalmente desechaba por lo complicado que era. Con la salida de ZX Spectrum Game Maker mucha gente se lanzó al reto de construir un videojuego, en muchas ocasiones sin tener ni idea de programación, y la mayoría que lo han terminado se han quedado muy sorprendidos con el resultado. "La verdad es que en ese sentido estoy muy contento porque el feedback que dan los programadores es justamente lo que buscaba. Yo les digo, ¿qué os ha parecido? ¿Pensabais que alguna vez podíais haber hecho un juego? Y me dicen: No imaginaba que fuera tan sencillo. Y en un momento sacan tres juegos, y currados", remarca.  

Otra parte a destacar es la gran comunidad existente en torno al mundo retro. Nada más enterarse del trabajo de Raül, muchos han arrimado el hombro para ayudar, tanto en la programación, como en cualquier tipo de apoyo e incluso en la difusión. En este último apartado todo el mundo se ha volcado pero hay que destacar a Juanje Juega y Arnau Jess, que como dice Raül: "Desde el minuto uno se acercaron y me dijeron, ¡Enhorabuena! ¿Qué necesitas? ¿En qué podemos ayudarte?"

Fruto de ese ofrecimiento se han creado videos de presentación, formación y ahora acaba de dar comienzo a un concurso para que los nuevos programadores participen con sus creaciones. Los premios alcanzan los 600 euros en metálico y también se ofrece un lote de  libros de Spectrum y hasta un Spectrum personalizado sobre una plaquita Lilygo. La posibilidad de participar está abierta hasta el 30 de agosto. El mundo de Spectrum, y del resto de microordenadores, sigue estando muy vivo a pesar de los años transcurridos desde su aparición en el mercado español. Yo intentaré crear uno, a ver qué sale.

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