CASTELLÓ. El Castellón arranca la Liga este domingo frente al Sabadell, uno de sus últimos rivales la pasada temporada y que estuvo peleando con los albinegros hasta el final por eludir el descenso.
El duelo ante los arlequinados supondrá un reencuentro muy cercano en el tiempo para el equipo de Óscar Cano, aunque las cosas han cambiado mucho desde entonces en el bando catalán, que ha remodelado su plantilla con el claro objetivo de evitar las angustias de la pasada temporada y aspirar a algo más que a la permanencia. Para ello ha apostado por un bloque experto. No en vano, el Sabadell cuenta con la plantilla más veterana de todo el grupo III de Segunda División B, con una media de edad de 28,2 años.
Antonio Hidalgo, técnico que llegó en la jornada 32 para salvar al equipo, sigue llevando las riendas de una plantilla que ha cambiado a la mitad de sus efectivos. Los once refuerzos que ha adquirido este verano han transformado todas las líneas. El último de ellos es el delantero Boris Garrós, jugador que suma 40 goles en 110 partidos disputados en Segunda División B, y que ha vuelto al fútbol español tras una breve etapa en Chipre y Rumanía.
Entre sus novedades también destaca el central Jesús Olmo, que procede del fútbol profesional tras militar la pasada temporada en el Reus y el Elche.
Sobre las características de juego del Sabadell, el técnico del Castellón, Óscar Cano, destaca lo siguiente. "Es un equipo que suma muchos efectivos por delante del balón. Cuanta con jugadores provistos de un gran discurso en relación al desequilibrio, que son ganadores en el mano a mano y que cuentan con un elemento que ha hecho una pretemporada extraordinaria en la faceta ofensiva como es Edgar", subraya el preparador albinegro.
