CASTELLÓ. Esta semana. Este es el plazo que el sector citrícola valenciano se ha dado para consensuar un documento que permita superar el conflicto abierto por las diferencias en la ubicación de colmenas en las cercanías de los huertos de mandarinas y clementinas (sobre todo, pero no solo).
En la reunión avanzada por Castellón Plaza y que se ha desarrollado en la tarde de este lunes durante algo más de dos horas en la sede de Cooperatives Agroalimentàries de la Comunitat Valenciana, los participantes han evidenciado sus diferencias, pero también han avanzado en algunos aspectos. Esto se refiere sobre todo a la posibilidad de acercar las colmenas a los huertos de naranja de la provincia de Alicante, donde hay menos mandarinas, las que principalmente sufren la pinyolà.
Pero las posturas -por un lado la patronal y del otro las organizaciones agrarias y las cooperativas- todavía están muy alejadas y se deberá trabajar mucho para lograr un consenso acerca de un documento transitorio que permita la convivencia de abejas y cítricos, algo que desde hace 27 años no es posible.
En este sentido, la delimitación de zonas para la ubicación de colmenas en Castellón y Valencia, que se irían ampliando progresivamente, es un punto a debatir, como también la transición hacia variedades citrícolas seedless o low seed (sin semillas o con pocas), como son las triploides, cada vez con más opciones y de mayor calidad.
Según ha podido saber este diario, en el caso de que finalmente no se alcance el consenso, las asociaciones agrarias y las cooperativas tienen previsto presentar igualmente el documento a la Conselleria de Agricultura, porque consideran que la convivencia de los insectos con la fruta es positiva, e incluso puede ser beneficiosa a la hora de ganar mercados bee friendly.
Ante esta hipotética situación de falta de acuerdo restaría por ver qué hace la conselleria, aunque su máxima representante ya ha dado alguna pista.
Mireia Mollà ha trasladado de forma privada en varias ocasiones su voluntad de no prorrogar el acuerdo de la pinyolà. Pero de momento deja toda la presión al sector y no forma parte de la negociación. Tanto es así que en la reunión de este lunes no hubo ningún representante de la conselleria. En ella, como se ha dicho, participaron los máximos dirigentes de Cooperatives Agroalimentàries, La Unió, AVA-Asaja y el Comité de Gestión de Cítricos.
Todavía sin fecha propuesta para reunirse en los próximos días, las partes van a trabajar en el modo en que cada una puede acercarse a la postura de la contraria. Y es que el tiempo corre y, con la floración adelantada por las altas temperaturas y con el previsible solapamiento de las variedades (lo que provocaría una pinyolà mayor), la publicación del documento que regule el asentamiento de colmenas en las zonas citrícolas no puede retrasarse demasiado. En los dos años precedentes, el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana lanzó la orden contra la pinyolà en la última semana de marzo.