Un momento de la actuación de Jane Weaver en el Sons. Foto: SUSANA GODOYCASTELLÓ. El Sons de Castelló ha vuelto a la carga con una potente programación. Jane Weaver se ha encargado de activar el ciclo de conciertos con su actuación en el Teatre del Raval. Y no es un hecho cualquiera. Sons acabó la temporada en junio con la duda de si sería un final definitivo, pero los responsables de este ciclo de música independiente han hecho lo imposible para anunciar tres conciertos más que mantendrán activa la cita hasta final de año.
Así, tras el concierto de la exmiembro de la banda de britpop Kill Laura, el Sons presentará el 21 de octubre a Lemoncello; y a Drugdealer el 4 de noviembre. En esta ocasión, no habrá convocatoria en diciembre, que se sustituye precisamente por la que ha se ha desarrollado en primer lugar.
Las dudas sobre la continuidad del Sons surgieron por las diferencias entre la organización y el consistorio de Castelló. Tal y como explica José Luis Cuevas, uno de los fundadores del evento musical, "cuando entró el actual equipo de gobierno intentamos acercar posturas para redactar un convenio o un contrato con el que trabajar. Lo que queremos es disponer de una cantidad económica anual y gestionarla con tiempo en lugar de esperar cada temporada a que se nos adjudique una subvención. Eso era lo que nosotros pedíamos pero no hemos podido llegar a un acuerdo".
Las ayudas con las que trabaja hasta la fecha el Sons son subvenciones de concurrencia competitiva con las que se fija una cantidad económica año a año. La cifra a percibir es variable porque depende de muchas circunstancias, "y eso nos genera incertidumbre. Nuestra intención es seguir con el ciclo siempre y cuando sea suficiente la aportación que percibimos por parte del Ayuntamiento. Somos de los que más puntos conseguimos, pero luego la cantidad a repartir es muy pequeña. A esta subvención se postulan muchos, lo cual está bien, pero nos deja con una cantidad a recibir muy escasa", lamenta.
De hecho, Cuevas reconoce que todavía no saben de cuánto dinero dispondrán este año, y es esa inquietud la que señala que querían evitar cuando intentaron llegar a un acuerdo con el Gobierno local. "Depender siempre de la ayuda anual provoca una situación que poco a poco te va mermando. Queremos continuar con el Sons, pero como comentaba antes, va a depender mucho de la cantidad que nos concedan. Nunca sabemos nada seguro y la gente al final se cansa de pelear y de luchar por hacer algo que está dotando de riqueza cultural a una ciudad".
Hasta la fecha, este particular evento que lleva en escena más de dos décadas y que ha permitido descubrir a infinidad de bandas y disfrutar de los primeros conciertos de artistas ahora consagrados como Nils Frahm, Peter Broderick o Balmorhea, ha tenido el respaldo del Ayuntamiento de Castelló, de la Diputación, del Institut Valencià de Cultura y de la Universitat Jaume I, entre otros.
Preguntado sobre si considera indispensable que siga existiendo esa ventana a la música independiente en Castelló, José Luis Cuevas remarca que es necesario que la cultura sea lo más diversa y variada posible. "Me parece perfecto que programen en la ciudad conciertos comerciales y artistas de renombre, pero no hay que olvidar que no solo estos grandes eventos ponen a Castelló en el mapa. Los pequeños artistas y las pequeñas iniciativas también posibilitan que la ciudad luzca en el panorama nacional o internacional y que sea conocida por un ciclo que lleva 20 años trayendo a músicos de todo el mundo".
Es por esto que el fundador del Sons reclama que se valore más desde el ámbito institucional el trabajo que realizan, "porque no solo traer a gente famosa hace a una ciudad culturalmente más rica". En más de una ocasión los programadores de este proyecto han apuntado que una de las razones de ser del ciclo es justamente la de intentar aportar riqueza cultural desde ese circuito musical menos mayoritario, al que ellos representan. "De verdad estimo que, de alguna manera, estamos también ayudando a hacer grande Castelló y que la gente pueda disfrutar de propuestas que no son fáciles de ver en muchos lugares. Hay muchas ciudades como Castelló que no cuentan con un proyecto como el Sons, tan variado en lo estilístico".
En cuanto a la tarea de programar, Cuevas lo afronta como un reto. "En ocasiones no puedes traer aquello que te gustaría porque has de amoldarte a las condiciones del momento, a los tiempos de los músicos y a los presupuestos. Para nosotros, lograr que vengan artistas internacionales no es fácil porque no hay demasiadas giras del perfil de los artistas con los que trabajamos y hay que hacer posible que cuadren las fechas. Por todo eso digo que es todo un reto prepararlo todo. Este trimestre hemos convocado tres citas internacionales de distintas nacionalidades y estamos muy contentos. El nivel es muy alto".
Para el Sons, la presencia en el Teatre del Raval de Jane Weaver ha sido un buen arranque, puesto que es música tanto para el público experto como para el que no lo es tanto, "porque interpreta canciones con melodía muy accesibles y venía avalada por el prestigio que tiene en el Reino Unido". Por su parte, Lemoncello es un dúo muy joven que llegará a Castelló para subir al escenario como trío. "Hace ya tiempo que estamos experimentando con programar artistas irlandeses y funciona muy bien. Este es un proyecto basado en el folk irlandés pero muy cercano a estructuras pop. Lemoncello trabaja el género folk traído a una época más moderna y accesible. Es un proyecto muy interesante", apunta Cuevas.
El responsable del Sons también destaca a los Drugdealer, una banda de Estados Unidos de la que augura que ofrecerá "una gozada de concierto. Va a estar tocando en salas muy grandes en Madrid y Barcelona y es una suerte poder programarlo en Castelló. Esta es su primera gira en España y como curiosidad te comentaré que el líder de la banda se ha comprado una casa en València, donde va a montar un estudio de grabación. Una cita obligada para los amantes del rock de los 70. Tocan una música muy elegante y son también accesibles a todo tipo de público".
Las actuaciones programadas para este otoño se celebrarán en el Raval (a las 20.00 horas), escenario habitual del Sons, aunque en los últimos años algunas de las actuaciones se han trasladado a otros rincones, como el patio del Espai Cultural Obert Les Aules o el Auditori de la capital. No hay taquilla pero los asistentes pueden abonar la cantidad que consideren oportuno a la salida del concierto.
