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EL PROFESOR DE LA UJI FRANCISCO TRUJILLO PRESENTA SU NUEVO LIBRO

La generación Z cambiará el mundo del trabajo... en los puestos con cualificación profesional

La presentación del libro 'El Derecho del Trabajo explicado a través de publicaciones en LinkedIn', del profesor de la UJI Francisco Trujillo, marco de un debate sobre las disfunciones actuales de la regulación del mercado laboral, con grandes diferencias entre sectores económicos y la irrupción de nuevos temas como el derecho a la desconexión que se suman a viejas problemáticas

25/10/2024 - 

CASTELLÓ. La figura del empleado resulta cada vez más débil respecto de la empresa en el necesario equilibrio de las relaciones laborales y requiere de reformas legales como una puesta al día de la legislación para compensar una tendencia que genera “mucha inseguridad, problemas con el control de la jornada, agotamiento de muchos trabajadores, así como muchas problemáticas de ansiedad”. Las palabras son de Francisco Trujillo, profesor titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universitat Jaume I y Of Counsel de Laborea Abogados. En definitiva, “la parte débil está siendo cada vez más débil” y solo la cualificación del empleado cambia esta circunstancia, junto con el sector en el que opere.

Es una de las principales conclusiones de la mesa de debate que sirvió ayer de marco para la presentación en la Llotja del Cànem de un libro del propio Trujillo. La vocación divulgativa de El Derecho del Trabajo explicado a través de publicaciones en LinkedIn se manifiesta en unas 150 publicaciones del autor en la mencionada red social, que suponen en la edición de Tirant lo Blanch más de 400 páginas de amena lectura, en la que el texto se da la mano con unas ilustraciones creadas por la Inteligencia Artificial a partir de ideas del autor. A partir de sentencias de los tribunales, se explica de forma didáctica desde si un youtuber es un falso autónomo a las relaciones laborales especiales -como las de los deportistas profesionales- pasando por los casos de discriminación en el acceso al trabajo, los deberes del trabajador respecto a la empresa, el edadismo, la libertad de expresión y el derecho a la intimidad en la empresa, el control del teletrabajo por la empresa, las problemáticas en torno a los salarios, el derecho a la desconexión, las horas extraordinarias y el mobbing u otros aspectos de salud laboral, a los que se podría sumar un largo etcétera de ejemplos.

De izquierda a derecha, César Bort, Jacob Guinot, Juan José Camino, Francisco Trujillo y Vicent Arrandis.

En opinión del autor, que admite abiertamente un sesgo pro-trabajador en su visión global, “a la mala praxis por parte de empresas se suma el hecho de que la Inspección de Trabajo esté desbordada”. Trujillo matiza, no obstante, que también cabe constatar que en nuestro país “hay bastante picaresca, y hay trabajadores pillos que a partir de un grito, acusan a la empresa de acoso laboral, la demandan y claman por una vulneración de derechos fundamentales cuando a veces todo se ha limitado a un conflicto en la empresa: hay gente con la piel fina”.

"Uso industrial" de falsos autónomos

Uno de los aspectos en los que se manifiesta con mayor claridad la citada debilidad del trabajador no cualificado es el fenómeno de los falsos autónomos, figura de la que en la última década se ha hecho “un uso industrial” por parte de algunas empresas que realizan reparto de sus productos a través de los conocidos como riders. Según explicó Juan José Camino, ex jefe de la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social en Valencia y Castellón, “les pasa como a las empleadas del hogar: sus condiciones van empeorando, cada vez cobran menos y muchos ya ni se dan de alta de autónomos cuando pierden la tarifa plana, su situación es dramática”. 

Para Camino, “hace unos años era algo esporádico, que afectaba a albañiles o fontaneros… ahora es masivo, por miles de casos, y vinculado a las plataformas digitales”. Una sentencia del Tribunal Supremo sobre Glovo dejó claro en 2000 que se trataba de relaciones de trabajo por cuenta ajena. “Deliveroo se fue de España, Just Eat se quedó cumpliendo la ley… y las dos más grandes decidieron seguir adelante, bien asesoradas jurídicamente y usando la jurisprudencia para adaptar su modelo, con los trabajadores aceptando las condiciones que les marca su app”. Así las cosas, llegó la Ley 3/2023, que según el relato de Camino “ha desencadenado un problema, porque antes, cuando la Inspección levantaba un acta, si la empresa decía que aquello no era una relación laboral, el caso iba a la jurisdicción social y allí se decía quién tenía razón, pero esa ley suprime ese enfoque y ahora se va directamente al Contencioso-Administrativo, donde se están perdiendo muchos casos porque allí se enjuician expedientes administrativos. Perdemos más que ganamos porque la empresa hace valer su nuevo modelo sin que los tribunales desciendan a la realidad de los hechos. El resultado es que la inmensa mayoría de riders siguen siendo falsos autónomos y no tienen el paraguas de protección”.

"a los 'riders' les pasa como a las empleadas del hogar: sus condiciones van empeorando, cada vez cobran menos y muchos ya ni se dan de alta de autónomos cuando pierden la tarifa plana, su situación es dramática”

Por otra parte, Trujillo se refirió a otro de los pilares temáticos del libro: la supresión de barreras entre el tiempo de trabajo y el de descanso. “En el tema de permisos y vacaciones, el trabajador sigue a expensas de la empresa”, zanjó. Además, en un momento en el que muchos empleos tienen un formato híbrido “seguimos viendo los casos en que se trata de calentar la silla”. Por otro lado, el derecho a la desconexión es un aspecto “crucial”, según Trujillo, quien destaca que en la actualidad “la jurisprudencia aún lo considera un derecho no fundamental, de segunda categoría, y cuando se vulnera debe haber un flagrante incumplimiento por parte de la empresa, porque hay sentencias que lo dejan de lado y sin indemnización por daños y perjuicios, afectando a la intimidad y la conciliación”. Actualmente, avanza en el campo legislativo un proyecto de directiva comunitaria según la cual todos los países “habrán de legislar ese derecho como fundamental”.

En la mesa redonda se abordaron múltiples temas de interés en el ámbito de las relaciones laborales.

El fracasado registro de jornada

En la mesa surgió también el espinoso asunto del registro de jornada: desde 2019, todas las empresas están obligadas a tomar nota del inicio y el final de la jornada diaria de sus empleados, pero según Trujillo “es algo fácilmente manipulable, puedes fichar por otra persona, firmas que no corresponden, etcétera”. Por su parte, Camino aludió a la “gran complejidad” del tema: “EPA tras EPA se nos dice que más del 50% de las horas extras en España no se cobran, y eso repercute en todo”. El registro de jornada ha sido, a su juicio, “un fracaso relativo, porque se cumple donde se cumplía antes, como en la industria que ya venía registrando esos datos”. Al otro lado de la balanza, en los servicios “el incumplimiento es masivo porque el legislador no ha establecido un modelo para ello y los sindicatos tampoco se han interesado mucho por ello, y así, en comercio y hostelería -que es la zona cero de los excesos de jornada- te encuentras con un papel según el cual todos entran a las 8:00 y saben hasta a qué hora van a salir dentro de dos semanas, ya lo tienen firmado antes y quieren presentarlo así al inspector”.

Generación Z, cambio de perspectiva

Con la vista puesta en el futuro, los participantes en la mesa creen que la Generación Z -los nacidos entre 1997 y 2012- alterará en parte, a medio plazo, el escenario de las relaciones laborales. “Trabajar tantas horas diarias o en fines de semana, no les compensa”, explica Camino, quien no obstante constata que ese cambio solo afecta “a capas profesionales más o menos cualificadas; para la inmensa mayoría de mano de obra no cualificada y ciertos sectores la cosa es distinta”. Por su parte, César Bort, director de Asepeyo en Valencia y Castellón, constata que la nueva generación “es más consciente de sus derechos y tiene más acceso a la información, son más creativos… pero por el contrario tienen el problema de la inmediatez, y ahí entra la faceta humana”. En opinión de Francisco Trujillo, “esta generación tiene una mentalidad más de protección, de no tolerar ningún abuso, incluso se plantea ‘voy a hacer un TikTok para poner a caldo a la empresa… hay más conciencia y muchos jóvenes creen que pueden establecer el sueldo que van a cobrar, elegir dónde trabajar… pero no debemos olvidar que hay una realidad muy distinta, porque al tiempo tenemos a gente con una alta cualificación que trabaja en comida rápida”.

En el acto, Jacob Guinot, profesor titular de Organización de Empresas y director de Unicono (Grupo de Innovación Educativa sobre la Universidad del Conocimiento) en la UJI, destacó el valor pedagógico del libro de Trujillo y subrayó que LinkedIn “nos da una oportunidad para llegar a los alumnos de otra manera, y es toda una herramienta que debemos intentar aprovechar, pero el libro de Trujillo es también interesante para la divulgación de cara a directivos de empresas y la población en general”. Por su parte, Vicent Arrandis, CEO de Laborea Abogados, valoró especialmente “la óptica didáctica y comprensible” del libro, en el que “se reflexiona sobre cómo el Derecho del Trabajo puede mejorar la sociedad y aborda muchos problemas de la realidad actual, como la economía colaborativa o la reducción de jornada”. César Bort, por su parte, destacó el carácter “muy ágil” de una lectura “que describe situaciones que hemos vivido todos” en ámbitos como la fatiga informática y la desconexión digital, “un problema que estamos viviendo en las mutuas y que es llamativo, llegando a provocar un absentismo desmesurado”.

Un instante del acto de presentación en la Llotja del Cànem de la UJI.

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