CASTELLÓ. El verano no es la época más productiva para el turismo rural, pero la crisis sanitaria provocada por la covid-19 ha propiciado un cambio de hábitos en la sociedad a la hora de viajar debido a las restricciones impuestas y le ha dado un impulso a este turismo de proximidad. El mes de julio ha sido bueno y las previsiones apuntan a otro buen mes de agosto en el que se superará el 80% de la ocupación. “El mes de agosto del pasado año ya fue excepcional y este también se presenta muy bien”, señala Mónica Ripolles, técnico de turismo de Cases de Morella, quien mantiene que “la gente busca paz y tranquilidad y un cambio de aires en zonas donde puedes descubrir patrimonio cultural y arquitectónico y también medioambiental”.
Las dificultades para poder viajar al exterior debido a las medidas impuestas por los diferentes países para hacer frente a la pandemia “ha llevado a hacer desaparecer casi los viajes internacionales y ha reforzado el turismo de proximidad y sostenible”, asegura el responsable de ATR-Ashotur y Temps d'Interior, Joaquín Deusdad. Un hecho que corroboran desde la central de reservas Turistrat de Albocàsser: “Este verano se prevé incluso un poco mejor que el pasado, que ya fue bueno”.
Pero la llegada de la quinta ola en pleno mes de julio mantiene en vilo a los responsables del sector que viven con “incertidumbre cada semana que pasa” a la espera de las posibles restricciones que establezca la Generalitat. Esta semana el Consell ha ampliado a 77 localidades el toque de queda entre la 1 y las 6 de la madrugada hasta el 16 de agosto, además de mantener la prohibición de reuniones de más de 10 personas. En Turistrat explican que “en la última semana hemos tenido la cancelación de cuatro reservas de grupos de más de 10 personas debido a las últimas medidas que se han tomado”. Un hecho que “nos tiene un poco preocupados”, comenta Deusdad, quien recuerda que el pasado año “no fue hasta mitad de agosto cuando los contagios de Covid-19 comenzaron a despuntar”.
No obstante, las previsiones del sector se mantienen y sus responsables tienen “la esperanza de que el verano se salve”. Por el momento, las reservas continúan solicitándose en los establecimientos turísticos de las comarcas de Castellón que cuentan con más de 12.000 plazas en los diferentes tipos de alojamientos. El perfil del visitante de las zonas de montaña en la provincia siguen siendo familias o parejas que llegan sobre todo de la Comunitat Valenciana y Cataluña, y algo de Aragón. Este año también se han gestionado reservas de zonas como Madrid, Murcia o Andalucía. Al mismo tiempo, las estancias en campamentos o colonias de verano también están funcionando muy bien y están al 100% teniendo en cuenta los límites establecidos por el gobierno de la Generalitat.
Según las previsiones de las centrales de reservas se espera también un otoño bueno, una vez se active en septiembre, de nuevo, el bono viaje impulsado por el Consell que proporciona un 70% de descuento para viajar por toda la Comunitat. Al respecto, Joaquín Deusdad subraya que “esta iniciativa supuso ya en la primera campaña una inyección en vena para el sector”, mientras que Mónica Ripolles asegura que “sirvió para estimular la llegada de visitantes al interior”.
En este sentido, los responsables del sector del turismo de interior están explorando la posibilidad de establecer sinergias para aprovechar la oportunidad que supone la apertura de nuevas rutas del aeropuerto de Castellón.