VILA-REAL. (EFE). El Villarreal ha cerrado una "semana negra" en los despachos como consecuencia de las decisiones en contra del caso de la alineación indebida de un jugador del Villarreal B en el encuentro de Segunda B disputado ante el Castellón en Castalia y el conocido este viernes sobre la no disputa del Villarreal-Atlético de Madrid en Miami.
Ambos asuntos se han resuelto desfavorablemente para el Villarreal al haberse confirmado la alineación indebida del equipo filial, mientras que en el caso del partido en Miami se ha negado la medida cautelar que hubiera permitido que el encuentro Villarreal-Atlético de Madrid se jugara el 6 de diciembre en Estados Unidos.
En el primer caso, en el que se les ha dado por perdido el partido en Castalia tras haberlo ganado por 1-2 y haber incurrido en alineación indebida, el Villarreal cuenta con la opción de recurrir al Comité de Apelación y con ello la posibilidad de darle la vuelta a este veredicto.
Desde el club se asegura además que la idea es la de agotar todos los recursos posibles y apurar todas las opciones, ya que se piensa que a pesar de haber incurrido en esa alineación indebida y quedar con solo seis jugadores en el campo, se cree que no fue de forma premeditada y tan solo fue durante cinco segundos.
En el caso del partido en Miami, el Villarreal ha sido uno de los clubes que más han peleado por que se jugara allí al mostrarse como una de las partes más activas en este proyecto.
Desde el Villarreal se considera que ir a Miami era una gran opción para la Liga y también una buena opción para el club que trabaja desde hace tiempo por expandirse en la zona y establecer una base en el mismo Miami.
El club que preside Fernando Roig cuenta con un entramado de escuelas y equipos de fútbol con los que colabora desde hace tiempo con la idea de expandir la marca del fútbol base amarillo.
Esta segunda resolución, en la que se deniega la cautelar y por tanto se frustra la posibilidad de que se pueda jugar el partido, trunca otra vez los planes de LaLiga y el interés de los castellonenses.