VILA-REAL (EFE). El Villarreal, que empató a dos goles ante el Real Madrid en el estadio de La Cerámica en el primer partido de Liga de 2019, ha prorrogado de esta manera una espectacular racha de diez años sin perder en el primer compromiso liguero del año.
De hecho, la última vez que cayó el conjunto villarrealense fue hace una década y en aquella ocasión fue el mismo rival que el del pasado jueves, el Real Madrid, quien se impuso por 1-0 en el Bernabéu con gol del holandés Arjen Robben. Tras dicha derrota, el Villarreal ha encadenado una racha de nueve encuentros sin perder (el del 2013 en Segunda división) con un balance de tres triunfos y seis empates.
En 2010 cosechó un notable empate (1-1) en el Nou Camp, más tarde, en 2011 se impuso por 2-0 al Almería en El Madrigal y en 2012 empató (2-2) con el Valencia, en el mismo escenario, en el duelo autonómico. En los tres años siguientes los enfrentamientos fueron todos a domicilio y el balance fue el siguiente: goleó al Rayo Vallecano por 2-5 en 2014; en 2015 firmó tablas contra el Elche (2-2) y en 2016 consiguió un triunfo por la mínima en Riazor ante al Deportivo (1-2). En las tres últimas ocasiones ha firmado tablas como local: empató a uno ante el Barcelona en 2017, repitió marcador ante el Deportivo de la Coruña en 2018 y este año igualó a dos frente al Real Madrid.
Para el partido del próximo domingo ante el Eibar, Luis García Plaza tendrá las bajas de los defensas Jaume Costa y Álvaro González por sanción al cumplir el ciclo de cinco tarjetas, tras ser amonestados el pasado jueves ante el Real Madrid. Por contra, el técnico podrá recuperar para este encuentro en Ipurua al capitán Mario Gaspar, que cumplió sanción ante el conjunto madridista.
Para el choque, cuentan con cuatro amonestaciones y están por tanto apercibidos de sanción el centrocampista Santiago Cáseres y el defensa Víctor Ruiz; mientras que con tres amarillas se encuentra el defensa Ramiro Funes Mori y el centrocampista Manu Trigueros.