MADRID (EP). El acuerdo entre el PSOE y el PNV para la investidura de Pedro Sánchez garantiza el "traspaso efectivo" al País Vasco en el plazo máximo de dos años de todas las transferencias pendientes incluidas en el Estatuto de Gernika y abrir la puerta a hablar del "reconocimiento nacional" de Euskadi y la "salvaguarda" de sus competencias.
Así lo ha afirmado el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, tras firmar el acuerdo con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, por el que los nacionalistas vascos respaldarán su investidura y garantizarán la estabilidad de la legislatura siempre y cuando el futuro Gobierno cumpla de forma "leal" con el texto suscrito. "Nosotros somos un partido serio. Si estos compromisos se van cumplimiento, nosotros vamos a estar a las duras y a las maduras", ha garantizado.
En concreto, en el pacto el PSOE y el PNV aceptan "negociar sobre el reconocimiento nacional de Euskadi, la salvaguarda de las competencias vascas y un sistema de garantías basado en la bilateralidad y en la foralidad", ha explicado Ortuzar, que ha recalcado que, en todo caso, los acuerdos que alcancen las partes deberá responder a las demandas mayoritarias del Parlamento Vasco como "representante legítimo del pueblo vasco".
El nacionalista vasco ha rechazado hacer paralelismos con los acuerdos suscritos por el PSOE con Junts y ERC porque el PNV viene de "otra tradición política", si bien ha puntualizado que puede compartir con Junts, ERC o el BNG una reivindicación global para reconocer a España como un Estado plurinacional y a Cataluña, País vasco y Galicia como "naciones".
Pero no cree que valgan "las mismas recetas" para las tres comunidades autónomas porque cada una de ellas tiene aspiraciones políticas "diferentes". "Para nosotros, el reconocimiento nacional va unido a una relación bilateral anclada en las disposiciones adicionales de la Constitución y del Estatuto de Gernika, que son las que amparan la foralidad de nuestros territorios", ha puntualizado.
Y a partir de ahí, ha insistido el presidente del PNV, hay un ámbito de acuerdo para que las fuerzas políticas vascas con el Estado puedan dar lugar a "una nueva personalidad jurídico-política" para el País Vasco. En todo caso, cualquier cambio en este sentido se haría a través de una reforma del Estatuto de Gernika, han precisado después fuentes del PNV.
La otra pata del pacto con el PSOE contempla reivindicaciones "históricas" del PNV como el traspaso de la gestión económica de la Seguridad Social, un asunto que Ortuzar cree que quizá pueda no gustar al ministro de Seguridad Social en funciones, José Luis Escrivá, quien en su día alegó que eso era "imposible" citando incluso sentencias del Tribunal Constitucional. "A mi tampoco me gustan tantas cosas y las acepto..." ha dicho.
Ortuzar ha aplaudido que el pacto incluya además el compromiso del PSOE con la prelación de los convenios en el ámbito del País Vasco, un asunto que en la pasada legislatura fue un "escollo" pero que ahora se ha conseguido.
Otros compromisos pasan por que la Comisión Mixta de Concierto tenga la capacidad para fijar las bases de reposición en las ofertas públicas de empleo tanto en el País Vasco como en Navarra, así como los máximos globales del incremento de la masa retributiva de los empleados públicos, y por reforzar el concierto económico con los nuevos impuestos.
Asimismo, entre otras medidas, el acuerdo habla de reforzar las competencias de las Ertzaintza, con su participación en ámbitos internacionales de seguridad, de promover una previsión social propia de las cooperativas o de inyectar 100 millones de euros en cuatro años para acometer el salto del euskera al nuevo universo digital.
Se trata, en definitiva, de un acuerdo "muy amplio" con el que el PNV asegura su voto favorable a la investidura de Sánchez pero también garantiza que dará estabilidad a la legislatura, siempre que se cumpla lealmente con este contrato, para el que habrá una comisión que cada seis meses realizará un seguimiento estricto sobre el cumplimiento de lo acordado.
En este punto, y preguntado sobre si ahí se incluyen los Presupuestos, el dirigente jeltzale ha respondido que las cuentas públicas son "otra cosa", pero ha recalcado que "lo lógico es que si has apoyado la investidura de alguien, dos meses después le dejes tener un presupuesto". Eso sí, confía en que, en todo caso, el Gobierno se abra a negociar.
Sobre los acuerdos firmados por el PSOE con Junts y ERC y, en concreto, sobre la Ley de Amnistía que ambos contemplan, Ortuzar ha comenzado dejando claro que aún no ha visto el contenido de esa norma, pero ha celebrado que se haya puesto en valor la política frente al conflicto y que sólo por eso ya "merece la pena". En todo caso, ha dicho que "globalmente" el PNV está a favor de todas las medidas que supongan una distensión del conflicto.
Preguntado en concreto si comparten el asunto de lawfare (judicialización de la política contra el independentismo), el nacionalista vasco no ha querido pronunciarse sin tener el texto delante pero ha revelado que habló sobre este asunto con Carles Puigdemont en su última reunión, en la que el expresidente catalán le explicó hasta dónde querían que operara. "Y me parecía razonable", se ha limitado a decir.
Después, el PSOE y el PNV también han pactado, en el marco del acuerdo para investir a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, la reforma del Estatuto de los Trabajadores para que los convenios autonómicos puedan prevalecer sobre los sectoriales.
La prevalencia de los convenios autonómicos sobre los sectoriales es una vieja reivindicación de los nacionalistas vascos. De hecho, la no inclusión de esta modificación en el Estatuto de los Trabajadores provocó el voto en contra del PNV a la reforma laboral de Yolanda Díaz.
"Recordarán que este fue el escollo que nos impidió votar a favor de la reforma laboral, lo que entonces fue imposible pues ahora lo hemos conseguido", ha remarcado el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, tras la firma del acuerdo con Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados.
Los vascos han aprovechado ahora las negociaciones con los socialistas, que necesitan los cinco votos del PNV para investir a Sánchez, para introducir esta prevalencia o prelación, que se introduciría mediante la modificación del artículo 84 del Estatuto de los Trabajadores, relativo a la concurrencia de los convenios.
Es más, en esta legislatura el PNV ya ha registrado una proposición de ley a este respecto, de manera que en el ámbito de una comunidad autónoma, los sindicatos y asociaciones empresariales que sean legítimos puedan negociar convenios colectivos y acuerdos interprofesionales en la CCAA "que tendrán prioridad aplicativa sobre cualquier otro convenio sectorial o acuerdo de ámbito estatal".
Pero esto no sería en cualquier circunstancia. En su propuesta, el PNV quiere que esto suceda siempre que los convenios de las comunidades obtengan el respaldo de las mayorías exigidas para constituir la comisión negociadora en la correspondiente unidad de negociación y su regulación resulte más favorable para las personas trabajadoras que la fijada en los acuerdos estatales.
Además, elementos como el periodo de prueba, las modalidades de contratación, la clasificación profesional, la jornada máxima anual de trabajo, el régimen disciplinario, las normas mínimas en materia de prevención de riesgos laborales y la movilidad geográfica no serían negociables en el convenio autonómico.
La formación entiende necesaria esta medida para responder "de manera particular" al tejido y necesidades socioeconómicas específicas del territorio y siempre que la regulación pactada resulte más favorable para las personas trabajadoras.