El bloqueo institucional eterniza el relevo en la presidencia del Consell Valencià de Cultura
El bloqueo institucional eterniza el relevo en la presidencia del Consell Valencià de Cultura
VALÈNCIA. Las prioridades que tienen ahora mismo cada uno de los partidos con representación parlamentaria en la recta final de la legislatura son dispares: elaboración de las listas autonómicas, celebración de primarias, organización de campaña electoral... Prácticamente la totalidad se centra en labores preparatorias para ir a la cita en las urnas el próximo 28 de mayo con el trabajo hecho.
En las últimas semanas, los grupos parlamentarios también se han centrado en tratar de sacar adelante algunas leyes que están en la recta final de su tramitación y que son las que tienen más probabilidades, por plazos, de ver la luz. Es el caso por ejemplo de la Ley de la Agencia de Cambio Climático (que se aprobó esta misma semana en comisión), la de Viviendas Colaborativas o la Ley de Bienestar Animal.
Ahora bien, entre el conjunto de labores que tienen encomendadas los diputados de la Cámara, además de la elaboración de leyes como poder legislativo que son, también se encuentra la obligación de renovar los órganos estatutarios cuando estos entran en funciones. Y esta, desde luego, no se encuentra entre las prioridades de las formaciones del tripartito, que desde hace semanas viven enfrentados por el desacuerdo que tienen en cuanto a los perfiles óptimos a designar en cada uno de ellos.
En total, seis órganos funcionan de forma interina. Algunos, desde hace más tiempo que otros: los miembros del Consell de Transparencia, por ejemplo, está en funciones desde diciembre de 2020 sin que se le haya dado en ningún caso celeridad a la renovación de sus integrantes, a pesar de que desde hace meses hay quien ha pedido cesar como consejero. También se encuentra en funciones el Consell Valencià de Cultura (CVC) desde agosto del verano pasado, cuando falleció su expresidente Santiago Grisolía, o el Consell d'Universitats.
Además de estos tres entes, también sus señorías deberían haber convocado la comisión parlamentaria de RTVV y el Espacio Audiovisual para renovar a los dos miembros del Consejo Rector de À Punt a propuesta del Consell del Audiovisual, validar a Alfred Costa como director general de la cadena por un periodo de tres años y designar al nuevo presidente de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC). Y lo mismo ocurre con todos los miembros del Consell Jurídic Consultiu y la Sindicatura de Comptes, al completo en funciones desde octubre y junio del año pasado respectivamente.
Una cola de renovaciones que, simplemente atendiendo al calendario, resulta inviable acometer antes de elecciones. A menos que sus señorías decidieran habilitar más sesiones plenarias de las que ahora mismo hay agendadas en lo que queda de mandato antes de la disolución de la Cámara. En estos momentos hay señalados únicamente dos plenos: uno que se celebrará el próximo 22 de febrero y otro 'escoba' que se prevé que tenga lugar el 8 de marzo.
El bloqueo institucional eterniza el relevo en la presidencia del Consell Valencià de Cultura
Sin embargo, a pesar de que el Parlamento puede disolverse como tarde el 3 de abril, sus señorías no han fijado más plenos en marzo al ser un mes en el que hay varias festividades por medio: se celebran las Fallas en València y la Magdalena en Castelló. No alterar el calendario, sin embargo, supondría renunciar por completo a la renovación de los órganos y, por tanto, aparcar los deberes pendientes que tienen.
Esto es porque para cada renovación, los candidatos a cada órgano estatutario debería primero comparecer en la comisión correspondiente de Les Corts. Habrían de hacerlo, por tanto, 3 personas en el caso del Consell de Transparencia; 1 del CVC; 4 del CJC (los que le corresponden al Parlamento); 3 de la Sindicatura de Comptes; 2 del Consell Audiovisual, 1 para la dirección de À Punt, y los 3 candidatos de la presidencia de la CVMC. Un total de 17 comparecencias a las que habría que sumar, también, las del Consell d'Universitats.
Tras pasar por comisión, además, tendría que revalidarse su votación en pleno. Por lo que, teniendo en cuenta que el último convocado es el 8 de marzo, a sus señorías les quedan apenas 20 días para ordenar todas estas comparcencias si su intención fuera realmente desbloquear la renovación de los órganos. De lo contrario, estos quedarán a expensas de quién gobierne más allá de las elecciones.
Con todo, cabe señalar que en los últimos días distintos grupos parlamentarios -principalmente PSPV y Ciudadanos- sí se han esforzado, por el contrario, en otro tipo de cuestiones que, a pesar de contar con pocos visos de salir adelante, se ha convertido en prioritarias: la reforma de la ley electoral para rebajar el listón del 5% al 3%. Para los socialistas es importante que Podem logre entrar en el Parlamento para así tener opciones de retener la Generalitat, mientras que los segundos fían a esa modificación legal su propia supervivencia.