la comisión del consell se reunió durante el debate de política en les corts

El Botànic apuntala el regreso a una calma (pasajera) con una sigilosa reunión presupuestaria

1/10/2021 - 

VALÈNCIA. El Debate de Política General celebrado esta semana en Les Corts tuvo un final en parte algo accidentado para las fuerzas del Govern del Botànic -PSPV, Compromís y Unides Podem- por la propuesta de resolución sobre financiación planteada por el PPCV. Curiosamente, y al contrario de lo que suele ocurrir, no fueron las discrepancias entre las posiciones políticas de los socios del Ejecutivo las que causaron problemas en esta ocasión, sino una discusión sobre el marco de la propuesta de los populares que, finalmente, fue asumida por todos los grupos parlamentarios excepto Vox.

La intención de los tres partidos gobernantes de no enzarzarse por sus diferencias y lavar los 'trapos sucios' en privado se trasladó a unas propuestas de resolución conjuntas que dejaron fuera algunos de los asuntos pendientes de negociación como la implantación de una tasa turística que Compromís y Unides Podem reivindican frente al rechazo del PSPV-PSOE, así como otras cuestiones en discusión como la fiscalidad verde.

Una paz, al menos de puertas para fuera, que llegaba después de unas semanas tensas -empezando por el formato para diseñar los presupuestos de 2022- que amenazaron por enturbiar un debate de política general que, no obstante, y al margen de las críticas más concretas del síndic de Compromís, Fran Ferri, hacia las posiciones socialistas, se solventó con relativa tranquilidad entre los socios del Botànic.

La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, y el titular de Hacienda, Vicent Soler, protagonistas de algunas tensiones presupuestarias. Foto: EVA MÁÑEZ

De hecho, a poco más de 200 metros de donde celebraba la recta final del debate y se sometían a votación las propuestas de resolución, se producía la segunda reunión de la comisión política del Consell recientemente creada y elegida para abordar el diseño de las líneas maestras del presupuesto del próximo año. De esta manera, y tras los problemas surgidos alrededor del primer encuentro, donde trascendieron algunas de las propuestas polémicas como la exigencia de la tasa turística por parte de Compromís y Unides Podem, el encuentro en esta ocasión se llevó a cabo con notable sigilo. Ninguna de las tres fuerzas en liza informó públicamente, ya no del contenido, sino de la propia celebración de la cita.

Una cuestión que no es baladí dado que, tras los rifirrafes de días anteriores, se ha insistido internamente en la necesidad de llevar con mayor discreción estas reuniones de trabajo del diseño de las cuentas. Unos encuentros coordinados por la directora general de Presupuestos, la socialista Eva Martínez, y en el que están representadas las tres fuerzas del Botànic con dos dirigentes: Andreu Ferrer y Alfred Boix (PSPV); Iván Castañón y Francesc Gamero (Compromís) y César Lledó y Cristian Veses (Unides Podem).


Según pudo saber este diario, la temática de la reunión se centró sobre todo en los números. Es decir, en las grandes cifras de cada Conselleria. Lo lógico, apuntan algunas fuentes, es que se empiece por lo general y poco a poco se vaya bajando a lo concreto.

Las medidas tributarias parece que, por lo tanto, se pondrán encima de la mesa más adelante. Algo que, en todo caso, va unido a la ley de Acompañamiento. Y aquí entraría la conflictiva tasa turística que plantean Compromís y Unides Podem. 

Desde el PSPV criticaron desde el principio que se pretendiera implantar en plena pandemia y con el sector machacado. Y volvieron a proponer lo que llevan haciendo los últimos años cada vez que ha surgido este debate en la negociación de presupuestos: que sea municipal, voluntaria y cada Ayuntamiento decida cómo la pone en marcha dependiendo de sus condicionantes. 

Compromís habla de inviabilidad jurídica

Aunque el tono desde Compromís y Unides Podem es suave para contrarrestar esa propuesta –"agradecemos la disposición del PSPV a dialogar", indican–, no están de acuerdo. Fuentes de la coalición señalan que no existen impuestos voluntarios y que la Administración autonómica no tiene competencias para establecer impuestos municipales porque eso depende del Estado. De modo que, afirman, no es viable jurídicamente

A lo que parece que sí se mostrarían dispuestos es a pactar que los ayuntamientos tengan una participación en la recaudación y que ésta se reparta entre ellos y la Generalitat para que la destinen al sector. 

Cómo quedará el asunto es pronto para saberlo. De hecho, la intención de que todo se pueda cerrar en la comisión política de presupuestos que se ha puesto en marcha en el Consell es posible que ni siquiera se cumpla. No es decartable que, a fin de cuentas, todo termine como siempre: con los grupos del Botànic negociando una vez más la tasa turística a través de enmiendas en Les Corts cuando la tramitación de las cuentas pase al Parlamento autonómico. 

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