VALÈNCIA (EFE/Mercedes Salas). El calentamiento del mar puede elevar aún más, si cabe, el gasto en gasóleo de flotas españolas como la atunera, entre otras consecuencias económicas como la reducción de capturas, que ya han notado esta semana los pescadores del Mediterráneo.
En los puertos españoles mediterráneos, cuyas aguas superan especialmente las temperaturas propias de agosto, los pescadores notan una disminución de pesca en sus redes, pero el calentamiento también llega al Atlántico y toca las cuentas del sector, según los informes científicos.
"Una consecuencia muy directa está relacionada con los cambios en la distancia recorrida por la flota en busca de peces y su consiguiente gasto asociado, así como el tiempo que deberán invertir buques" como los atuneros o boniteros, según declara a Efeagro la experta en estas especies del instituto tecnológico vasco Azti Maite Erauskin.
Los navíos del Mediterráneo han percibido en los últimos días reducciones de pesca que asocian con el calentamiento, según han explicado a Efeagro fuentes de la patronal de armadores de Cepesca.
En los puertos de Castellón "se ha notado una bajada de las capturas general, sobre todo a partir de los 60 metros de profundidad" y un "aumento considerable de avistamientos" de atunes rojos o blancos en superficie, grandes bancos saliendo, junto a gaviotas, lo que suponen que es para comer peces pelágicos como la sardina o los boquerones.
El calentamiento marino es un problema global, pero las características del Mediterráneo (mar semicerrado) hacen que el impacto de cualquier cambio ambiental sobre las poblaciones pueda ser más significativo que en otras aguas como las del Atlántico.
Además, debido a que la mezcla entre el Mediterráneo y el Atlántico ocurre por un paso muy estrecho (el de Gibraltar), el calentamiento mediterráneo está ocurriendo a una velocidad mucho mayor, pues tiene una "menor capacidad de resiliencia" frente un área más extensa como la atlántica, según la experta de AZTI.
El instituto AZTI investiga desde hace años el cambio climático y en 2019 intervino en un estudio que concluyó que el calentamiento podría recortar un 17 % la biomasa de especies marinas a nivel global a finales de siglo.
Erauskin ha precisado que es pronto para confirmar si las proyecciones de los estudios de AZTI se cumplen -y en el caso de los atunes aún más, teniendo en cuenta la gran capacidad de natación-.
Pero ha admitido que el incremento en la temperatura de las aguas apunta en la dirección "del escenario más extremo".
Entre las consecuencias directas para la flota, ha destacado el incremento del gasto de los barcos en carburante a causa del aumento de la distancia que tendrán que recorrer.