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EL INVERSOR ESTÁ DESNUDO / OPINIÓN

El camino más simple hacia la compleja obtención de rentabilidad

22/02/2023 - 

VALÈNCIA. Dijo Oppenheimer una vez que había niños en la calle jugando que eran capaces de resolver sus los problemas de física más complejos. Esto es así porque una mente limpia a veces ve mucho mas allá que una llena de experiencias. Esto nos pasa muchas veces cuando no vemos algo que tenemos delante. Lo mismo pasa con nuestras inversiones. Tenemos tanta implicación emocional y nos enfrentamos a un mundo tan complejo que es difícil ver el cambio simple. ¿Qué hacemos a día de hoy con nuestros ahorros frente a tanto ruido y movimientos?, ¿compramos Letras del Tesoro?, ¿seguimos en la bolsa?, ¿caerá la bolsa próximamente?

Veamos a qué universo nos enfrentamos, encontremos los fundamentos de lo que pretendemos abordar y veamos cómo encontrar ese camino simple, pues es verdad que debemos intentar hacer lo complejo lo más simple posible. Lo que no quiere decir que sea simple. Una de las cosas que es inmutable y obvio en esto de la economía es que el dinero se gana con las empresas, creando y poniendo en el mercado productos y servicios que la gente desea. Así es como se crean las fortunas, con la invención y venta de productos y servicios como Ford hizo con el coche o Apple con el iPhone.

Participar en estos proyectos seria muy difícil o casi imposible si no existiera el mercado de valores. Por ejemplo, solo habrían participado en Berkshire Hathaway algunos vecinos de Warren Buffett y otros con la suerte de conocerlo, pero no los millones de personas que invierten en su empresa a día de hoy. También es verdad que gracias al mercado de valores estas empresas pueden encontrar ahorradores dispuestos a invertir su dinero con ellos para que financien su crecimiento. En realidad un movimiento que beneficia a las dos partes.

La gran seducción del mercado

Obviamente en todos los mercados se comenten excesos y estafas pero, aunque parezca lo contrario por el bombo que se le da a estas cosas, no es lo normal. Lo normal es encontrar proyectos y empresas que con mayor o menor éxito intentan crecer para ofrecer rentabilidad a sus accionistas. A partir de aquí surge la literatura y las miles de posibilidades que se producen en un mercado lleno de oportunidades muy diferente y que cada día marca los precios de estas oportunidades. Ahí esta la gran seducción del mercado.

Pero no lo olvidemos, hay que volver a lo inmutable y por eso B. Graham dijo "quien invierta en acciones no debería estar demasiado preocupado por las erráticas fluctuaciones en los precios del valor, puesto que a corto plazo el mercado de acciones se comporta como una máquina de votar, pero a largo plazo actúa como una báscula". Es decir, grandes fluctuaciones posibles pero una sola realidad, los precios a largo plazo los marca la marcha de los proyectos, de las empresas, de los nuevos o viejos productos o servicios. Esta es la clave.


Como inversores podemos invertir en estos proyectos de dos formas, vía su deuda o vía sus acciones. Podemos comprar unos bonos (deuda) de esos proyectos con un interés pactado de antemano o podemos ser accionistas y participar de todos los beneficios generados por la empresa. Bien porque los reparte vía dividendo, bien porque los reinvierte haciendo crecer el precio de las acciones. Estas son nuestras opciones.

Además los proyectos en los que podemos invertir se ven afectados por lo que llamamos las variables macroeconómicas, es decir las decisiones políticas y de política monetaria y la marcha de economía en general. Algunos argumentan que estas variable afectan de manera muy importante, otros que afectan de forma más moderada y solo en el corto plazo y nuevamente con todo esto surge la literatura y las cientos de formas de ver las cosas.

Pérdida de poder adquisitivo

Este es el cuadro al que nos enfrentamos como inversores en bolsa y las variables que van a influenciar sobre cuánta rentabilidad obtengamos sobre nuestras inversiones ya sea mucha, poca o ninguna. No es un cuadro fácil ni simple. También podemos prestar nuestro dinero a un estado y comprar sus bonos o letras a cambio de un interés dado. Es lo que muchos están haciendo hoy pues no rentaban tanto desde hace mucho tiempo. Si tomamos este camino obtendremos una rentabilidad segura pero perderemos poder adquisitivo, pues el poder adquisitivo lo marca la diferencia entre la inflación y la rentabilidad, y la inflación a día de hoy está muy por encima de la rentabilidad de las letras. Esta salida, por lo tanto, nos ofrece seguridad emocional pero no rentabilidad.

Si queremos obtener rentabilidad por encima de la inflación debemos esforzarnos un poco más. Enfrentarnos al dilema, a la complejidad, y buscar esos proyectos empresariales que pueden devolvernos rentabilidades por encima del 5%. Hay muchos. Solo hay que seleccionarlos adecuadamente, establecer un horizonte de trabajo de largo plazo y confiar en el futuro, la economía siempre acaba creciendo. O bien si nos parece un trabajo demasiado arduo, confiar en otros que lo hacen mejor: asesores, gestores de fondos, o los niños de la calle de Oppenheimer. No hay otro camino más simple hacia la compleja obtención de rentabilidad.

Lorenzo Serratosa es cofundador de la EAF valenciana Kau Markets y presidente de Substrate AI

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