El 'caso Ábalos' deja una autopista amplia y sin peaje para el PP de Mazón

VALÈNCIA. El denominado 'caso Koldo' -también conocido en el ámbito político como 'caso Ábalos'- está teniendo consecuencias devastadoras para el PSOE de Pedro Sánchez, pero también para la federación valenciana del partido, dado que buena parte de la carrera política del exministro está estrechamente vinculada al PSPV y a la Comunitat.

Tal y como informó este diario, la estrategia del PPCV liderado por el también presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, apuntaba en esta legislatura a centralizar sus ataques en la gestión del socialista Pedro Sánchez al frente del Gobierno de España. El ascenso de la ministra Diana Morant a la secretaría general del PSPV no era, a priori, lo más conveniente para las filas populares, dado que indudablemente era la candidata más conocida y con más proyección de los aspirantes al puesto. No obstante, el PPCV, haciendo de la necesidad virtud, ha reforzado rápidamente la estrategia prevista con el objetivo de identificar sus críticas a Sánchez introduciendo la 'coletilla' de exigir explicaciones a Morant respecto a las reivindicaciones valencianas dado que forma parte del Ejecutivo central.

Esto dejaba un escenario político valenciano interesante. La nueva líder del PSPV tratando de redoblar su presencia en la Comunitat y defender la gestión del Gobierno de España en las cuestiones valencianas frente a un Consell, presidido por Mazón, dispuesto a ser lo más exigente posible con las peticiones en dirección a Madrid. 

Un pulso en el que, sin embargo, pueden intervenir factores externos que inclinen la balanza para un lado u otro. Y esto es justo lo que parece estar ocurriendo con el estallido del 'caso Koldo', que ha salpicado de pleno al exministro valenciano José Luis Ábalos. Los medios nacionales amanecen a diario con ruidosas informaciones sobre la investigación que también han afectado a otros referentes socialistas como la presidenta del Congreso y exmáxima responsable autonómica de Baleares, Francina Armengol, lo que sin duda contribuye al desgaste de la marca PSOE y del propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Una tormenta que difícilmente permite a la oposición en la Comunitat 'colocar' sus temas de fiscalización del Consell en la agenda. 

En este punto, el PPCV transita por una amplia y cómoda autopista sin peaje a la hora de elaborar su discurso político. Al margen de los anuncios sobre su gestión y más allá de las reivindicaciones justas, dispone de un arsenal de munición inagotable para emplear contra el eterno rival. Esencialmente, por dos motivos: el arraigo de Ábalos en el PSPV y el hecho de que Morant pertenezca al Gobierno de España y sea próxima a Sánchez, además de todo el reguero de conexiones y contradicciones en la formación socialista que puedan derivarse de estos dos factores.

Por citar un ejemplo, días atrás la nueva líder del PSPV aseguraba públicamente no tener una relación "estrecha" con Ábalos y haber mantenido en estos años "cinco o seis conversaciones" con el exministro. Acto seguido el PPCV, desde su cuenta de la red social X colgó un montaje de imágenes de ambos dirigentes juntos en diversos escenarios que concluía con la palabra "mentirosa". Una estrategia, especialmente dirigida a redes sociales, que trata de que cale la idea -poco veraz en este caso- de que existía una relación próxima entre el dirigente salpicado y la nueva líder de los socialistas valencianos. No ha sido la única referencia en los últimos días: la portavoz del Consell, Ruth Merino, al ser preguntada por este caso días atrás, recordó que Morant y Ábalos formaron parte de la última candidatura al Congreso por la provincia de Valencia: "Quizá tenga conocimiento de lo que pudo hacer en su día", deslizó.

Unos dardos que se unen a los que habitualmente emanan desde el Gobierno valenciano sobre la líder del PSPV. Este mismo lunes, sin ir más lejos, la propia Merino aprovechó la reunión entre Consell y agentes sociales para la reforma de la financiación autonómica para exigir la implicación y apoyo de Morant aprovechando su cargo en el Gobierno de España, así como al secretario de Estado de Política Territorial, el también valenciano Arcadi España: "Pido que no se pongan de perfil en esta cuestión y se pongan del lado de los valencianos". Una medida de presión que se lleva repitiendo desde prácticamente el primer día que Morant fue ungida como líder del PSPV y que, ahora, con el estallido del citado caso, se ha intensificado.