CASTELLÓ. El Castellón ya es líder. Lo es gracias a su pegada y fondo de armario. Han sido dos de los jugadores de refresco los que han protagonizado la acción del gol del triunfo. Antón que rentabilizó y de qué manera la inversión del club de Castalia y Koné que enchufó un gol que tiene doble premio: primer triunfo a domicilio y liderato.
Rubén Torrecilla apostó, por dar continuidad al once, con la única salvedad de la entrada de Kochorashvili en el medio campo que dejó en el banquillo a Pablo Hernández. El georgiano se ubicó en zonas interiores, formando línea de cuatro junto a Cristian y Fabricio y Raúl Sánchez en las alas. Los orelluts salieron enchufados al Collao, un campo y un rival, el Deportivo, que no sorprende nunca en este tipo de choques. Los alicantinos dominan como nadie “el saque y volea”, es decir el juego directo, la pelea por las segundas jugadas y los duelos directos. Partidos ásperos y de lenta digestión. El conjunto de Torrecilla percutió de salida con una acción de pillo de Fabricio que recuperó un balón muy peligroso en banda y que se encargó Primi de derribar para evitar mayores contingencias en su portería. Acción de tarjeta naranja como mínimo, que quedó en amarilla. Falta lateral y caramelito de Cristian Rodríguez al área que peinó Iago Indias a puerta. El palo izquierdo escupió lo que hubiera sido una acción ABP para guardar. Esos primeros minutos, pareció imponerse el Castellón en el juego. Tuvo mucha presencia en campo contrario, con un Fabricio que fue el jugador más incisivo. Por el otro lado apareció Manu Sánchez cargando área en cuanto pudo, pero los balones laterales son uno de los puntos fuertes de la zaga alcoyana. Los locales siguieron a lo suyo, a esa receta que les ha colocado entre los mejores de la Liga. Pelea tras pérdida, fútbol sin pausa y vertical y balones a la olla. Agüero estrelló en el travesaño un centro-chut sobre el cuarto de hora de partido y, poco después Raúl cabeceó a las mallas una falta lateral, invalidada por fuera de juego, afortunadamente.
El partido mantuvo la intensidad en todo momento, con un Castellón bien posicionado en el terreno de juego y un Calavera, a veces demasiado sólo por delante de la defensa para encadenar pases y darle pausa al juego de ataque albinegro. El primer tiempo concluyó con la sensación que Vicente Parras había conseguido uno de sus objetivos: desactivar a los francotiradores castellonenses, especialmente Dani Romera y Raúl Sánchez, que no tuvieron apenas oportunidad de demostrar su capacidad de definición.
Los locales comenzaron el segundo acto con ganas de ponerle una marcha más al envite. Rubio y Agüero toparon con el buen hacer de los centrales en sendas intentonas dentro del área, pero una internada de vrela casi hasta la cocina de Varela fue la que más inquietó aunque acabó sin consecuencias.
En uno de los incontables duelos aéreos, Fran Miranda le soltó la mano a Romera y vio la segunda amarilla. Momento importante. El Deportivo comenzaría a pensar que el punto era bueno y el Castellón estuvo obligado a intentar aprovechar la superioridad numérica. Torrecilla movió ficha e introdujo a Koné en lugar de Kochorashvili. El costamarfileño se ubicó de extremo zurdo y fue Fabricio quien se acercó al frente de ataque para jugar cerca de Romera. Aún así, el ritmo del choque no varió y tampoco los castellonenses consiguieron hacerse dueños del ritmo. Cierto que lo intentaron sirviendo balones al área de Bañuz o bien disparando desde la media distancia como Raúl Sánchez en la media hora del segundo tiempo. Minutos después Fabricio demostró lo buen futbolista que es y en una conducción poderosa, supero a todos los rivales aunque ya en el área no pudo con el meta alicantino. La mejor ocasión visitante hasta el momento. El brasileño fue un dolor de cabeza constante para los centrales del Deportivo.
Los alicantinos comenzaron a hundirse atrás y el balón estaba continuamente rondando el área local y en plena ofensiva castellonense entraron Cubillas y Antón. El ex deportivista cabeceó en plancha un envío desde la esquina de Cristian que no entró de milagro. Un minuto después demostró sus habilidades en el uno para uno, desbordó llegó a la línea de fondo y sirvió en bandeja a Koné que adelantó al Castellón en el Collao. Gol celebrado por los cuatrocientos aficionados que acompañaron al equipo en Alcoy.
Los locales intentaron reaccionar pero las baterías físicas estaban ya en reserva. Ya en el descuento Fabricio intentó cerrar el triunfo pero su vaselina se marchó fuera. Poco después provocó la expulsión de Moyita cuando el brasileño se aprestaba a rematar a puerta en el área. Y así concluyó el choque, como todos los partidos en Alcoy, difíciles, trabados pero en esta ocasión el Castellón sumó su primer triunfo a domicilio y el liderato. Casi nada. Este equipo está lanzado y tiene no sólo equipo sino plantilla para conseguirlo. Que pase el siguiente.
Estadio El Collao: 2500 espectadores de ellos unos 400 seguidores del CD Castellón.
Alineaciones:
Deportivo Alcoyano: Bañuz; Lillo (Armental 88’), Primi, Raúl, Pablo Carbonell (Moyita43’); Fran Miranda, Juanan, Varela(Pedro Sánchez), Agüero (Soler 65’), Rubio (Raúl González 65’) y Alcaina.
CD Castellón: Pastor; Manu Sánchez, Óscar Gil, Iago Indias, Salva Ruiz; Calavera, Kochorashvili(Koné 62’), Cristian Rodríguez, Fabricio, Dani Romera (Cubillas 80’) y Raúl Sánchez(Javi Antón 80’).
Goles: 0-1 Koné 85’.
Árbitro: Bestard Servera (Comité Balear). Amonestó a Primi, Aguero, Carbonell, Varela y a Fran Miranda, en dos ocasiones por lo que fue expulsado en el minuto 56, por el Alcoyano y a Dani Romera, Óscar Gil y Kochorashvili por el CD Castellón.