VALÈNCIA. El comercio valenciano da un paso adelante para intentar reactivar su actividad tras los estragos de la descomunal Dana del pasado mes de octubre. Y es que, más de dos meses después de la catástrofe, muchos negocios siguen cerrados, mientras que otros han podido levantar la persiana, pero a medio gas y con muchas dificultades. Una situación que tiene en vilo a muchas familias que dependen de este sector, el más golpeado por la catástrofe. Ante este panorama, la patronal valenciana Confecomerç ha decido alzar la voz y lanzar una acción que pretende movilizar a toda la sociedad para ayudar a rescatar a los miles de negocios golpeados por el temporal.
"Somos el sector más afectado tanto en número de trabajadores como de empresas porque la mayoría de negocios están en plantas bajas y porque somos el que más empleo genera en la Comunitat Valenciana", remarcó Rafa Torres, presidente de la Confederació d'Empresaris del comerç, servicis i autònoms de la Comunitat Valenciana (Confecomerç). Tanto es así que, según sus datos, cerca de 8.106 comercios locales se han visto golpeados por las inundaciones, de los que el 70% presenta graves daños. "Esto no solo implica un daño económico, sino que detrás hay personas y familias que están destrozadas física y personalmente", subrayó Torres en rueda de prensa.
Por ello, y con el mismo espíritu solidario y sentir que provocó que miles de voluntarios acudieran a ayudar a las poblaciones más afectadas, ahora el comercio se reivindica y pide la colaboración ciudadana a través de una campaña. Bajo el lema 'El comercio salva al comercio', la iniciativa pretende involucrar a toda la cadena de valor a través de la adquisición de bolsas solidarias, cuya recaudación irá íntegramente a rescatar negocios. Una idea que se inspira en los sellos del Plan Sur tras la riada de 1957 de València. En aquel momento, se crearon unos estampas específicas que sufragaron los costes de la construcción del nuevo cauce del río Turia, que salvó a la ciudad de la Dana. Ahora, se pretende costear la reactivación de los establecimientos mediante bolsas solidarias.
De esta forma, Confecomerç ha creado unos diseños que se podrán adquirir en los comercios adheridos por un precio de 1 euro. Su beneficio íntegro irá destinado a ayudar a levantar establecimientos damnificados. Se trata de bolsas ecológicas, reutilizables, biodegradables y 100% reciclables. Asociaciones y comercios pueden adquirirlas y ofrecerlas a sus clientes, que tendrán así una vía para colaborar con las empresas afectadas por la catástrofe.
Por ahora, son ya varios los pequeños comercios valencianos que se han sumado y que ya disponen de estas bolsas solidarias. Como mínimo, cada negocio puede adquirir 250 unidades. No obstante, la intención es llegar a toda España para movilizar al máximo de personas posibles, por lo que Confecomerç ya está buscando acuerdos con grandes patronales del comercio a nivel nacional.
Además, también se dará la opción a las grandes cadenas de distribución y del sector del retail de sumarse y mantener sus bolsas corporativas, pero incorporando un sello con el lema de la campaña. También, se dará la opción de estampar en cualquier tipo de producto el eslogan 'El comercio salva al comercio' para incorporar a esta iniciativas a empresas del sector como fabricantes o productores. Así, por ejemplo, en latas de refrescos o de conservas podrán introducir este cuño y donar parte de las ventas.
Por último, todo aquel particular o empresa que quiera contribuir a la recuperación del comercio podrá realizar donativos directos, a través de la Fundación CEOE con el concepto 'Ayuda Dana Confecomerç'. Este donativo irá, igualmente, íntegramente al pequeño comercio afectado por la Dana. "Al final, esto es un vehículo flexible para adaptarnos a las necesidades de cada uno. No queremos que las compañías cambien su imagen corporativa, sino que nosotros nos adaptamos. Creo que es una manera fácil y muy visual de colaborar. Además, a las empresas les genera una imagen solidaria y ayuda a su reputación", remarcó Torres.
Lo cierto es que la situación del sector en los municipios arrasados por la riada es muy complicada dos meses después de la catástrofe. La mayoría permanece sin actividad y aquellos que han podido reabrir lo están haciendo en condiciones extremas: con stock en mínimos e, incluso, sin luz. Torres aseguró que es complicado dar una estimación de los negocios reabiertos porque la situación varía en función de cada localidad. Lo que sí dejó claro es que los problemas persisten y que el sector quiere "salir de esta", pese a necesitar un mayor respaldo público.
En este sentido, señaló que las ayudas son "claramente insuficientes", dado que no llegan a cubrir ni el 20% de lo que cuesta montar un negocio. En este sentido, detalló que como máximo las ayudas públicas para los comercios locales alcanzan los 20.000 euros a los que en algunos casos habría que sumar los 8.000 que ha dado el empresario valenciano Juan Roig, mientras que el coste de abrir un negocio es de 150.000 euros. Por tanto, remarcó que se necesita un mayor respaldo para poder sacar adelante las tiendas y reactivar la actividad.
"El Estado, que es el que tiene más batería, ahora mismo no tiene en mente dar ninguna ayuda adicional más allá de esperar a que el Consorcio de Seguros resuelva las compensaciones. Es desesperante porque muchos están esperando esa ayuda para decidir si continúan adelante o no", enfatizó Torres para admitir que en las últimas semanas ha detectado un acelerón en la concesión de las indemnizaciones.
En cualquier caso, el comercio ha decidido tomar la iniciativa y buscar la colaboración de la sociedad civil y de su propio tejido empresarial. "No nos llevemos al engaño y pensemos que esto de la Dana ya ha pasado porque no abre informativos. Esto va a ser largo y duro. Por eso, con esta campaña pretendemos relanzar la actividad, ayudarnos entre nosotros y mantener vivo el espíritu de lo que es la realidad que muchas familias siguen viviendo a día de hoy", incidió.
