VALÈNCIA (EFE). El conseller de Sanidad, Marciano Gómez, pide a la nueva ministra de Sanidad, Mónica García, que haga una política sanitaria "basada en la eficacia y la eficiencia" y huya de "cualquier tipo de ideología", y una de sus reivindicaciones será cobrar la deuda de mil millones de euros por la atención a desplazados.
Así lo ha asegurado Gómez en una entrevista con la Agencia EFE, en la que ha señalado que ha mandado a García una carta en la que, de una "forma educada y cordial", le felicita por su nuevo cargo y le pide una "reunión urgente del Consejo Interterritorial de Sanidad" para abordar tres "retos importantes" que requieren "un abordaje transversal para toda la sanidad pública española".
Estos tres "pilares, más allá del pilar transversal que es el problema de la financiación", son la Atención Primaria, la Salud Mental y la falta de profesionales sanitarios.
"La formación sanitaria especializada depende del Ministerio y hacen falta más plazas MIR (Medicina), PIR (Psicología) y EIR (Enfermería) y es una competencia del Ministerio. No se puede poner de perfil y tiene que hacer lo que dice la Ley General de Sanidad, que es la coordinación de la sanidad pública española con las diecisiete comunidades autónomas", reclama.
También considera que "lo más importante" es que en los Consejos Interterritoriales de Sanidad "haya un consenso, porque en temas sanitarios no es positivo hacer políticas ideológicas. Hay que huir de sectarismos, de posiciones ideológicas potentes y de posiciones políticas inalterables".
"Pero si no hay consenso, tendrá que haber mayoría necesariamente de las comunidades autónomas que estamos en el Consejo Interterritorial", advierte el conseller de Sanidad.
Gómez confía en que Mónica García mantenga el compromiso que adquirió el anterior ministro, José Manuel Miñones, de mantener el MIR único para toda España, porque si no "sería catastrófico, sería devaluar y tirar por tierra una de las cosas más preciadas que tiene el sistema sanitario público español, la formación sanitaria especializada".
"Están reclamados por todos los países de Europa, tanto los especialistas médicos como los enfermeros, y creo que esta devaluación llevaría al final a una lucha entre las distintas comunidades autónomas que generaría una suerte de mercadeo con los facultativos", advierte.
El conseller subraya que entiende que ahora la sanidad pública española "no está ni para bulos ni para muros. La sanidad es única, la formación tiene que ser para todo el Estado español y no se pueden generar bulos que creen falsas expectativas ni desasosiego en los profesionales que en estos momentos están trabajando ni en los que se tienen que formar".
Preguntado por si cree que el Ministerio de Sanidad ha tenido dejación de funciones en algunos aspectos, señala que cree que hay algunos temas "donde no se mete como debe, porque la coordinación va más allá de la asistencia. La sensación que da a veces es: ¿tú tienes las transferencias? tú tienes el problema".
Este "es el error, porque es pilar básico de la coordinación del Ministerio la formación, la salud pública, la Agencia Española del Medicamento y la labor de coordinación para que en todo país se tenga un acceso universal, equitativo y solidario en todas las comunidades autónomas, que se tenga una cartera de servicios mínima básica para todos y que, además, los sistemas de financiación y desplazados funcionen", explica.
Según asegura Gómez a EFE, "es una dejación" que él reivindica "como Comunitat Valenciana", y explica que en este momento, el Gobierno central debe a esta autonomía "mil millones de euros" por los pacientes desplazados.
"Desplazados que lícita y legítimamente se desplazan por dentro del Estado español -puntualiza-. Somos una autonomía hospitalaria y afortunadamente muchos ciudadanos se desplazan a nuestra comunidad y tenemos la obligación, y lo hacemos gustosamente, de atenderlos sanitariamente", y añade que por esa "labor de compensación" espera facturar el dinero que se le debe a la Comunitat.