XEITO I ESPENTA / OPINIÓN

El controlador controlado

Las sesiones de control al Gobierno, son una suerte de pim, pam, pum entre Gobierno y oposición. Y un ensayo rápido de improperios en pleno año electoral. Al final la oposición pide explicaciones en una pregunta racimo con variedad de cuestiones y el presidente del Gobierno y sus ministros responden lo que les viene bien. Por momentos parece algo superfluo 

17/02/2023 - 

¿Es útil controlar al Gobierno? Sobre el papel la herramienta de esta habitual sesión de los miércoles en el Congreso y en ocasiones de los martes en el Senado es una manera ágil de controlar al ejecutivo. Por lo visto en este inicio del año, llevamos dos sesiones de control, no nos queda claro si la oposición controla al Gobierno, o Moncloa controla a la oposición, o más aún el Gobierno controla al propio Gobierno. Y no es un trabalenguas. Dada la coyuntura en la que nos encontramos con PSOE y Unidas Podemos a la greña por la reforma de la ley del “solo sí es sí” y más asuntos que les enfrentan, por momentos más parece un juego táctico para ver quien dice la boutade más gorda o quien coloca el titular más mediático. ERC pregunta a Félix Bolaños por la ley de Memoria Democrática y sin venir a cuento, el ministro se lanza a por el PP para exigirle que clarifique su posición sobre el aborto. Que si Cuca Gamarra pregunta al presidente Pedro Sánchez por la ley de Irene Montero,  Sánchez le explica lo bien que ha ido la inflación y se inventa lo de la inflación intermensual. Están todos los sesudos expertos económicos intentando desentrañar el concepto del presidente. Lo dicho, estas sesiones parlamentarias son una alegría para la vista, pero poco productivas para el ciudadano. Son una puesta en escena con el argumentario diario de cada formación. Es decir, estamos en plena campaña electoral y así vamos a seguir hasta llegar a las urnas.

Matemáticas exóticas. No se me ocurre otro calificativo. Sánchez huye del apoyo de PP y Vox en la cuestión de la sangría de rebajas de condenas y excarcelaciones por la ley de Igualdad. Rompe las negociaciones con su socio de Gobierno, porque las encuestas ya dicen que un asunto como este resta votos y tiene que ser el PSOE el que lo remedie. De nuevo, como si no hubiera pasado, se olvidan que la decisión se adoptó en el Consejo de Ministros y que pasó el trámite parlamentario. Así que ahora, Sánchez cruza los dedos para que su reforma de la ley consiga apoyos suficientes para cambiarla. En este día y hora, no habla con Unidas Podemos, que es quien elaboró la ley con el correspondiente agujero legal, tampoco quiere recibir el apoyo de la derecha y resulta que sus socios de investidura ERC y EH Bildu apoyan a Irene Montero. Así que las matemáticas se tornan exóticas o curiosas cuando menos. Por mor de estas extrañas alianzas, resulta que el debate parlamentario será el día siete de marzo, es decir más carga para la celebración del día de la mujer que es el ocho, es decir, al día siguiente. Y no olvidemos, a escasos dos meses de la primera vuelta electoral con las urnas municipales y autonómicas. Es todo un festival interno. Nadie asume la responsabilidad política, parece que nadie quiere pactar con nadie ante la cercanía electoral, pero tendrán que dar una respuesta. Mientras tanto, las rebajas de condena y las excarcelaciones se siguen produciendo y nadie pide perdón a las víctimas. 

El Tablero

  • PSOE: Pedro Sánchez no controla la agenda. El presidente del Gobierno quería tener la agenda despejada para este 2023 con todos los asuntos sensibles y comprometidos resueltos a finales de 2022. Hubo presupuestos pero se le ha cruzado alguna que otra cosa.  El enfrentamiento entre Justicia e Igualdad está minando el Gobierno de coalición,que más parece un barco a la deriva. No se hablan aunque salgan extrañamente sonrientes en las fotos. Ninguno da su brazo a torcer. El poder y los cargos son ese pegamento que une circunstancias y sobre todo proporciona seguridad y posición. Mientras esto es palpable, Sánchez y la factoría de “producciones audiovisuales Moncloa” se han lanzado sin ningún pudor al mundo del vídeo. Hay que lucir al presidente. Lo que ocurre es que con bastante frecuencia les falla el casting. Lo vimos con la partidita de petanca en Coslada, esta semana con los dos jóvenes del SMI en Parla o incluso en septiembre con la jornada de puertas abiertas en Moncloa con ciudadanos anónimos. Al final, eran connmilitones del partido que por unos minutos hacían de extras a mayor gloria del presidente. En fin, que todos utilizan las herramientas del marketing político para conseguir apoyos y adeptos en este año de carrera electoral
  • PP: Alberto Núñez Feijóo y su nuevo centro. Parece mentira pero en Génova están de aniversario. Estos días se cumple un año de la atropellada llegada de Núñez Feijóo al liderazgo del partido tras el sacrificio de Pablo Casado. Hay quien dice que las heridas todavía no están restañadas. Siempre queda algún que otro cabo suelto. El presidente del PP tiene mucho trabajo por delante y no debe sucumbir a los datos positivos de los sondeos. Todos los días se esfuerza por marcar opinión y relato. Algunos no han entendido su posición de avalar la ley de plazos del aborto y se ha generado alguna que otra incomodidad. Es más, en el Congreso se han abstenido en esta ley y en la ley trans. Deberán tener cuidado con la capacidad de movilización de la izquierda. Ha ocurrido con el asunto de la Sanidad, en especial en Madrid. Isabel Díaz Ayuso tiene un flanco abierto que no debería obviar. La sanidad nos atañe a todos. Y como diría en tiempos pretéritos, el otrora jefe de campaña, Carlos Floriano, es un asunto de piel.  Feijóo está empeñado en marcar su discurso y en ganar terreno en el centro. Piensa que es el nicho de votos indecisos de gente que votó socialista y ahora por rechazo puede votar al PP. Seguramente pronto veremos actuar a “producciones audiovisuales Génova” actuar. En tiempos de Casado, veíamos vídeos etéreos por el campo, con vacas y ovejas de actores secundarios o paseos por el mar y la ciudad. Recordamos que a Mariano Rajoy le veíamos hacer deporte matutino, con su estilo claro. A Feijóo no le gustan mucho estas cosas, pero sucumbirá. Se la juega en mayo y en diciembre si no hay sorpresa y adelanto electoral.
  • Vox: Santiago Abascal y su moción/emoción. Una semana más y continuamos con la incertidumbre de saber si Abascal presenta la moción de censura con Ramón Tamames o con el propio líder de Vox. Ha amagado demasiado. En la propia formación dudan de su eficacia. Unos titulares más o menos mediáticos no les darán votos. Si finalmente se produce el debate veremos una pantomima con escaso resultado, más allá de una maniobra efectista, tanto si es Tamames el candidato a presidente del Gobierno, como si es Abascal u otro voluntario. Como el PP brinda su “apoyo” a Sánchez con la ley de Igualdad, también se apuran a ofrecer el suyo. A lo mejor la semana que viene nos dan la sorpresa. Pero de tanto cocerse en su salsa, puede ser un auténtico fiasco
  • Unidas Podemos: Yolanda Díaz e Irene Montero. Conforme pasan los días y los acontecimientos ya parece que está abierta la batalla entre las dos. Díaz no confirma si se presenta o no con “sumar”. Comprueba que no tiene eso de la capilaridad territorial, por mucho que ese esfuerce en demostrar que su proyecto es trasversal. Irene Montero, Pablo Iglesias, Ione Belarra y compañía se están cansando. No entienden que Díaz se mantenga día tras día en la equidistancia y que no apoye a sus compañeras de Gobierno. Dicen que solo piensa en su interés. Díaz blande su facilidad negociadora y asegura que le avalan sus acuerdos por su tenacidad, diálogo y discreción. Es decir, sin mentar a Montero, le afea sus modos de encarar las negociaciones. Por momentos, más parece un Félix Bolaños o María Jesús Montero cualquiera 
  • Ciudadanos: En período de descuento.  Cada día que pasa es un sufrimiento para los pocos que quedan a bordo de este Titanic a la deriva. Algunos incluso piensan en tirar la toalla y no acabar la legislatura. Se supone que con la refundación liberal de enero habría nuevos bríos, pero se ha quedado en nada. Solo falta saber la fecha de defunción. Algunos barruntan incluso que será antes de las elecciones de mayo. Son tan pocos y tan mal avenidos que es difícil que aguanten la gestión del final.

Las frases de la semana

Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP: “El aborto no es un derecho fundamental, es un derecho de la mujer y en eso hay consenso” ¡De nuevo ruido de fondo en el partido. No llegará la sangre al río, porque estamos en ciclo electoral!

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno: “Nos equivocamos a veces y lo resolvemos” ¡Nervios escénicos. Se las ve y las desea para lograr apoyo a su reforma de la ley de Igualdad”

Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo : “Sin ruido se trabaja muchísimo mejor. Lo dice una ministra que ha firmado catorce acuerdos complejísimos” ¡Lo dicho, campaña propia y a marcar distancia con sus supuestas “amigas” Irene Montero y Ione Belarra! 

Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos: “EL PSOE rompió la negociación de forma unilateral y encima lo filtra” ¡Alguien deberá mover ficha o mantener la cuerda tensa. No les beneficia a ninguno!

Gabriel Rufián, portavoz de ERC: “Sería marciano apoyar al PSOE sin las creadoras de la ley” ¡Los socios de investidura están díscolos y Sánchez lo sabe!

Antonio Garamendi, presidente de la patronal CEOE, sobre las críticas a su regularización salarial: “Esto es como cuando hay una violación y dicen que la chica iba en minifalda. Perdón, no. No acepto pulpo como animal de compañía” ¡Fuera de lugar. La comparación es estrafalaria e insultante, aunque haya rectificado!

Patricia Andrés la número 1 del MIR: “He elegido dermatología para ser feliz y no quemarme. Me hubiera gustado hacer médico de familia” ¡Reflejo de lo que piensan los jóvenes médicos y los pocos alicientes para desarrollar su carrera!

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