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El cuartel de Bétera se prepara para la escalada bélica entre Rusia y la OTAN

1/01/2022 - 

VALÈNCIA. El cuartel de la OTAN de Bétera (HQ NRDC-ESP) está preparado para dirigir hasta 120.000 militares en operaciones de combate de alta intensidad. En plena escalada delconflicto entre Rusia y Ucrania, y con las espadas levantadas entre Estados Unidos y Rusia, el Cuartel General de Despliegue Rápido de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) en España acaba de ser certificado como Warfighting Corps en el ejercicio “Steadfast Leda”, cuya fase de ejecución tuvo lugar del 23 de noviembre al 1 de diciembre en la base “Araca” de Vitoria.

El movimiento de tropas aliadas de la OTAN o Alianza Atlántica atravesando Europa hacia la frontera ucraniana y el despliegue militar ruso en la frontera norte de Ucrania han elevado la tensión en el último año. La llamada telefónica del 30 de diciembre entre los mandatarios ruso y norteamericano, Vladimir Putin y Joe Biden, ha puesto en evidencia la desconfianza entre amos y ha dejado sobre la mesa un calendario con tres encuentros cruciales en enero en Ginebra, Bruselas y Viena entre los negociadores.

La certificación Warfighting Corps significa que el cuartel de Bétera está en fase de disponibilidad (stand by) a lo largo de todo 2022 para entrar en combates de alta intensidad. El “Steadfast Leda” ha sido un ejercicio de puestos de mando, sin grandes despliegues de tropas, en el cual el cuartel de Bétera, con el teniente general Fernando García-Vaquero al frente, ha liderado una fuerza compuesta por cuatro divisiones de España, Estados Unidos, Italia y Polonia, más tres brigadas de Portugal, Grecia y España.

Una guerra ficticia

El escenario ficticio simulaba la reacción ante un supuesto ataque contra un estado miembro de la OTAN, lo que activaría el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte. Desde el Centro de Adiestramiento de la OTAN en Bydgoszcz (Polonia), se han ido planteando una serie de incidencias relativas a los más diversos aspectos, como combate, logística, inteligencia o desinformación. Y unos evaluadores desplazados a Vitoria comprobaban sobre el terreno cómo el personal del HQ NRDC-ESP iba resolviendo esas situaciones.

El “Steadfast Leda” ha sido un ejercicio de nivel táctico y ámbito terrestre. En la base  “Araca” han estado desplegados cerca de 800 militares de diversas nacionalidades, trabajando fundamentalmente en tres puestos de mando, para lo cual han requerido el uso de 1.300 ordenadores, 700 teléfonos, 145 contenedores y 180 vehículos. Esta simulación,  podría convertirse en realidad si fracasan las conversaciones a tres bandas que están llevando cabo Estados Unidos y Rusia, junto con la OTAN y la OSCE, durante todo el mes de diciembre.

Las condiciones puestas sobre la mesa por Rusia son que la Alianza Atlántica no se amplíe a Ucrania y otros Estados eurasiáticos de la órbita ex soviética, el cese de ejercicios militares en esa región y que no despliegue tropas y armamento en el espacio europeo. La propuesta rusa es difícil de cumplir cuando la frontera norte de Ucrania, en Donbás, con años de conflicto en la región de Donbás, está fortificada con tropas rusas desde hace meses.

“Una amenaza real”

En su artículo “Rússia i Ucraïna: l’amenaça de guerra és real”, publicado en la web del Catalonia Global Institute (CGI) el 23 de diciembre en el momento más delicado de la escalada ente Rusia y Estados Unidos, Abel Riu, presidente de este think tank, expresaba que, “si no puede integrar a Ucrania en su espacio geopolítico o como parte de la Unión Euroasiática o de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, Moscú busca al menos no tenerla en contra, con un estatus de neutralidad y buena vecindad”.

Foto: CGTAD

Respecto a la propuesta de Putin, en palabras del teniente coronel Lucas Martín Serrano, analista de geopolítica y conferenciante universitario, “simplemente no son unas peticiones razonables que puedan establecer un punto de partida para unas negociaciones. Sería como pedirle a Rusia que no desplegara sus misiles de crucero en el Distrito Militar Oeste. Esto nos lleva a concluir que son unas demandas expuestas para que sean rechazadas desde el primer momento”. Y añade que “se calcula que un 75% de todos sus Batallion Tactical Group han sido movilizados. A estos hay que añadir todos los apoyos al combate necesarios y algo que marca la diferencia: las unidades logísticas necesarias para el sostenimiento de las operaciones”.

Ésta sería la respuesta de Putin al movimiento de tropas aliadas atravesando europa en los últimos años. Desde la incorporación de la península de Crimea a la Federación Rusa en 2014 y el avance de las negociaciones de adhesión entre Ucrania y la Unión Europea, el movimiento de tropas de la OTAN alrededor de la frontera ucraniana ha ido en “crescendo”. Una muestra fue la operación Defender Europe 20, que en marzo de 2020 preparaba el despliegue de 30.000 soldados norteamericanos en plena pandemia de coronavirus azotando Europa. La misión se frustró parcialmente al cerrarse las fronteras por la pandemia.

La línea roja

Abel Riu coincidía y alertaba en su artículo sobre el movimiento de tropas ruso, que provocó señales de alarma en la CIA por la “acumulación de tropas, armamento y equipamiento militar ruso en la zona fronteriza con Ucrania”. Y explica el analista experto en la Rusia post-soviética que “el despliegue militar ruso actual incluye grandes cantidades de piezas de artillería, transportes blindados de personal, tanques, unidades de defensa antiaérea, sistemas de misiles, equipamientos logísticos, y un largo etcétera”.

El presidente del CGI concluye que “Rusia ha cruzado su propia línea roja y ha puesto en juego su propia credibilidad como potencia dispuesta a utilizar la fuerza en caso necesario. Por eso, para Moscú, ya no sólo se trata de qué coste tendría la guerra, sino también de cuál sería el coste de no librarla, en caso de no conseguir sus objetivos por la vía diplomática”.

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