Foto: Antonio PradasCASTELLÓ. La citricultura valenciana arranca con buenas sensaciones la segunda parte de la campaña. Tras una primera parte de la temporada naranjera irregular -se inició con buenas perspectivas pero finalmente no acabó de responder debido a los altos costes de producción y la presencia de plagas como la araña roja o la mosca de la fruta-, el campo vive ahora un buen momento. Y es que el déficit de cítricos en los lineales europeos ha provocado un muy buen arranque en esta segunda parte de la temporada.
La caída de la producción en los países del hemisferio norte, que ya ratificó el pasado mes de diciembre la Organización Mundial de Cítricos (OMC), ha liberado de presión al campo valenciano y, tal y como apunta el secretario general de la Unió Llauradora, Carles Peris, ha provocado "cierto déficit en el mercado europeo". Esto ha empujado a que la campaña "se desarrolle con normalidad" en el arranque de esta segunda fase.
Aparte de la baja producción, hay otros factores que ayudan a un desarrollo más normal de la compraventa en el campo. Como ya es habitual en la segunda parte de la campaña, que la fruta salga de forma más escalonada al mercado, no se solapen las variedades y no haya saturación también ha favorecido a los productores en estas primeras semanas.
Esto se refleja en las cotizaciones que, según recoge la Lonja de Cítricos de València, son entre un 30 y un 35% superiores a los del año anterior. "Los precios son mejores que en temporadas anteriores y se sitúan en torno a los 37 céntimos el kilo" para la salustiana, detalla el responsables de AVA-Asaja en Castellón, Jose Vicente Guinot.
Pese al optimismo con el que el sector citrícola encara esta segunda temporada, la caída de la producción también ha afectado -aunque no en tanta medida- a la provincia de Castellón, el resto de la Comunitat Valenciana y las otras zonas productivas españolas. Respecto a esto, Peris alerta de que España ha registrado "su tasa de producción más baja de los últimos diez años". Asimismo, asegura que les está "costando mucho más que antes producir". Esto tiene un por qué y tiene que ver con el incremento de los costes en la energía, el aumento de precios del abono o la prohibición de productos fitosanitarios.
Esto último, además, supone un hándicap enorme para los agricultores que tienen que lidiar con plagas como el cotonet de Sudáfrica, la araña roja o la mosca de la fruta. "Aunque este año la afección del cotonet ha sido menor que en la campaña anterior otras plagas han provocado que, hasta el mes de diciembre, en las primeras variedades de la campaña no hayamos tenido tanta fruta comercial, de cada diez unidades tres no eran comerciales", señala el secretario general de la Unió. En cuanto a la evolución de la campaña, el responsable de AVA-Asaja alerta de que, aunque la temporada citrícola comenzó siendo "bastante prometedora por el aumento de precios de la fruta, el incremento de los costes de producción puede provocar que estemos a la par, trabajando para no acabar ganando nada".
Asimismo, tal y como apunta Peris, los productores valencianos tienen puesta la vista en uno de los países competidores: Egipto. Este, junto a Sudáfrica, lidera la entrada de cítricos a la Unión Europea. "En unos diez o quince días entrará fruta de Egipto, que es uno de los países más potentes en cuanto a producción de naranja, y veremos qué afección tiene para la naranja valenciana", concluye Peris.
