En plenas vacaciones de agosto el contacto con los animales y con la naturaleza es uno de los planes más perseguidos por las familias especialmente cuando hay niños y niñas pequeños. Pero ¿qué ocurre cuando estos animales están en entornos cerrados y con fines turísticos?
Escaparse o perderse tanto en la costa como por el interior de nuestra Comunitat Valenciana tiene maravillas de la naturaleza imposibles de describir o de intentar definirlas. Hasta aquí todo maravilloso. Explorar, oler y patear los entornos naturales y encontrarnos animales de la especie propia en estos terrenos es una experiencia muy enriquecedora.
¿Pero qué ocurre cuando algunas de estas especies animales están en entornos que nos son naturales? Una vez no están en entornos naturales, ¿ Son iguales todos los entornos? ¿Habría que diferenciar los entornos agresivos como un “zoo” o “acuario” de toda la vida como los de antes o en entornos turísticos construidos y pensados por y para los animales con estudios de biología, arquitectónicos y de todo tipo para reproducir exactamente el entorno de donde provienen? ¿ Qué pasa si estos entornos cumplen todas las garantías exigidas por el Comité de Bienestar Animal de turno que garantiza los derechos y calidad de vida de los animales?
El dilema que hoy planteamos en este artículo es cuando hablamos de la visita a determinados espacios turísticos donde la visita a algunas especies animales es el gran reclamo ¿Cuáles son las garantías de bienestar animal?
En torno a este debate existen multitud de opiniones y de interpretaciones que nos llevan hoy a plantearnos cuál es nuestra postura. Como en todo en la vida existen los adeptos y los detractores de este tipo de entornos amables o agresivos con los animales y que se han convertido en espacios de atracción turística en las ciudades. Espacios que, según algunas opiniones, invitan al recreo, a la educación en el mundo animal, a la investigación, a la protección de determinadas especies animales . Pero no todas las opiniones van en esta línea.
Existen varias organizaciones animalistas que trabajan con un objetivo común y es que entienden que es importante que las niñas y los niños entiendan que los demás animales no existen para servirnos, pues todos y cada uno de ellos son seres sintientes, cuyas complejas capacidades cognitivas y sociales les hacen merecedores de respeto, pues tienen interés por vivir, por relacionarse y por disfrutar de experiencias.
Una de ellas es València Animal Save que trabaja en la defensa de otro modelo de convivencia con los animales. A València Animal Save le parece muy injusto que se lleve a los niños/as desde centros educativos o de excursión con sus familias a estos lugares en los que los animales permanecen confinados y entrenados de maneras muy duras según destaca el activista voluntario de la asociación, Diego Nevado.
Desde la entidad consideran que la educación a la infancia debe ser en la empatía y no ocultando la verdad de lo que sufren los animales alejados de sus entornos naturales.
València Animal Save hace sus propias concienciaciones sobre granjas y mataderos, sus propias vigilias a las puertas del matadero y otras acciones. Por otra parte, también están adheridos a otros actos como los antitaurinos en municipios como Alfafar.
Animal Save Moviment es un movimiento a nivel internacional que en cada ciudad tiene su representación desde 2018. Además es un movimiento antiespecista que promueve el veganismo y en consecuencia, la liberación de todos los animales de la alimentación, vestimenta, entretenimiento o experimentos puesto que hoy en día hay más alternativas que nunca para una alimentación vegetal que también salvaría el planeta y evitaría el hambre en el mundo.
En València Animal Save se implican al máximo por la defensa y promoción de los derechos de los animales considerados de granja. Trabajan principalmente en tres acciones: el cierre de los mataderos y granjas para la defensa de los animales y del planeta; paralizar la granja de pulpos que se está construyendo en Gran Canaria; y conseguir firmas para el tratado que promueve un cambio hacia dietas más saludables y sostenibles basadas en las plantas y detener la degradación de ecosistema y la biodiversidad por la agricultura animal. Además de esto junto a otra organizaciones se movilizan por el fin del cautiverio de los delfines y en contra de los espectáculos acrobáticos con estos animales que tanto reclamo turístico supone para ciudades como València.
La semana que viene… más!